¿Qué hace un tecnólogo como tú en una crisis como ésta?

Estamos en lo que parece el ecuador de la crisis económica mundial. Los que ya peinamos alguna que otra cana ya hemos pasado por esto antes y probablemente pasaremos por alguna más. Ya conocemos como se comporta el mercado y os apuesto lo que queráis a que, aunque pase la dichosa crisis, el tiempo de reacción de las empresas de tecnología hacia sus currillos (y la de los clientes hacia las empresas) se estirará lo más posible.

Nos guste o no tenemos que mover ficha. De hecho, tenemos que hacer ajustes para corregir un problema que ni hemos creado ni podíamos haber evitado… Con el fin de adecuarnos a la situación, debemos ser especialmente cuidadosos en algunos aspectos de nuestro día a día, sobre todo, con los directamente o indirectamente relacionados con los (escasos) presupuestos que manejamos.

  • Ajusta y maximiza más que nunca los recursos
    Puede ser un momento interesante para transmitir al cuadro directivo la necesidad de introducir/mejorar la metodología a emplear en los desarrollos. Argumentado las ventajas de la misma, las empresas suelen estar más receptivas a las mejoras, sobre todo si estas implican poca (o nula) inversión. Mantener una buena visibilidad es un aspecto clave para que los stakeholders analicen mejor que nunca en que se invierten los recursos.
  • Céntrate en lo importante
    No es nada nuevo, lo deberíamos hacer siempre y las metodologías ágiles se cansan de repetirlo. El riesgo de que los proyectos se trunquen a medio camino es más alto en época de inestabilidad. Los presupuestos se aprueban para los diferentes ejercicios y puede ocurrir que un proyecto se paralice o cancele. 
    Priorizar las funcionalidades que más valor aportan, así como evaluar con detalle aspectos de más difícil R.O.I. (Creación de Frameworks, metalenguajes, diseñadores…) siempre es importante, pero ahora se vuelve crítico.
  • Tomate tiempo para apoyar a la fuerza comercial
    Vender siempre es difícil, vender Software o servicios de I.T. siempre es muy difícil, pero es que en épocas duras se convierte en una acción titánica. Los comerciales e ingenieros comerciales involucrados en las acciones de preventa necesitan justificar y explicar más claramente que nunca porque el cliente debe invertir en el servicio que ofrecemos.
    No escatimes en apoyar con argumentos tecnológicos las soluciones ofrecidas, puesto que cada venta es una batalla y todas las justificaciones que tengamos a mano serán muy apreciadas.
  • Valora la posibilidad de emplear soluciones estándar
    Potencia el R.A.D. Intenta recortar los tiempos de desarrollo evitando en la medida de los posible los desarrollos a medida desde cero. Probablemente existan soluciones, bien creadas por Microsoft o terceros, para la mayoría de problemas a solucionar. Esto te permite centrarte en la funcionalidad que realmente aporta valor. Es increíble la cantidad de funcionalidad común que está a mano y no empleamos por no tomarnos el tiempo en evaluarla…
  • Re-evalúa las infraestructuras
    Probablemente el súper C.P.D. diseñado en los momentos de vacas gordas pueda ser sustituido (antes de realizar la inversión a poder ser ;)) por un sistema en Cloud que reduzca el coste total del proyecto de manera significativa. O quizás explicando en detalle el coste que supone cierto grado de disponibilidad de una funcionalidad, esta no le parezca tan importante al cliente…
  • Revisar aquella certificación para la que nunca tenias tiempo
    Si tienes un poco más de tiempo de lo habitual, ten en mente que las crisis no son eternas, pasan y cuando se levante el telón los mejor preparados podrán aprovechar el tirón para reclamar los mejores puestos que vuelva a ofrecer el mercado.

Lo que nunca debemos hacer es caer en el desánimo, estamos en esto porque es nuestra profesión y además porque nos gusta, que se note!

La historia del zapatero de Ikea y la perspectiva del proyecto

La historia que os voy a contar está basada en hechos reales. Aprovechando que tengo unos días libres antes de salir de viaje me he dispuesto a acabar con la fila india de zapatos que tengo por casa. Así que ni corto ni perezoso me fui al Ikea y me cogí un zapatero de esos tan apañado que te montas en casa.

Me puse manos a la obra y decidí seguir las instrucciones que tan amablemente incluyen los suecos a modo de ”paso a paso”. Tras una revisión previa combinada con mis nulos conocimientos en bricolaje y ebanistería, me decidí a seguir los pasos indicados al pie de la letra. El resultado, os lo podréis imaginar, un zapatero impresionante con una de las tablas del frontal colocada al revés, es decir, un precioso acabado en madera virgen…

Me ha dado por pensar los motivos de este pequeño desastre y la analogía de los mismos en los proyectos de desarrollo de Software. Podemos decir que yo he sido el programador currillo que he recibido una serie de pequeñas tareas bien definidas. Estas tareas fueron creadas por un gran analista sueco como resultado de un diseño basado en el análisis de la funcionalidad a cubrir.

Por supuesto, no tengo ninguna duda de que el señor analista sueco creó las tareas de manera correcta en su contexto y en su momento. Lamentablemente en el proceso de “codificación” de mi zapatero se han dado algunas circunstancias inesperadas.

  • Errores humanos
    Tras comprobar de nuevo las instrucciones observo que no se especifica explícitamente el lado que debe dar hacia el frontal y cual no. Obviamente mi decisión no fue la correcta.
  • Falta de comunicación
    La verdad es que el analista sueco no me pillaba lo suficientemente a mano para completar las dudas que me surgían sobre el manual mientras avanzaba el desarrollo del proyecto.
  • Falta de perspectiva e interiorización del alcance global del proyecto
  • He depositado mi confianza en el manual, sin llegar a interiorizar los componentes del proyecto. Si lo hubiese comprendido como un conjunto, me hubiera dado cuenta de que ese madero en el frontal dado la vuelta no encaja bien, pero para cuando  comprendí que eso era el frontal ya era demasiado tarde….

  • Falta de revisiones
    Una pequeña revisión al finalizar cada paso o conjunto de pasos podría haber evitado la desviación. Esto me habría limitado la cantidad de pasos a deshacer para recolocar el maldito madero y por lo tanto, el esfuerzo (dinero en proyectos reales) malgastado en problemas que yo mismo me he buscado.

En el mundo del Software tanto las especificaciones como los entregables son más abstractos. Si no comprendemos bien las necesidades del cliente, (las que nos transmite y las que ni él mismo ha identificado aún!) podemos llegar a las oficinas del cliente con un software que le produzca mas enfado que satisfacción. Dichas necesidades en la mayoría de ocasiones nos son totalmente ajenas y desconocidas puesto que no conocemos profundamente el sector del cliente (Al menos en los primeros proyectos tipo!).

Sin trabajar este proceso de interiorización apoyado en la empatía, podemos entregar el zapatero al cliente sin enterarnos de que tenemos el madero al revés aunque lo estemos mirando con todo detalle…

Así que dicho queda, me voy a por la caja de herramientas de nuevo…