Dicen que el que mucho desea algo al final lo consigue y en este caso ha sido cierto. A partir del próximo día 4 de Febrero empiezo a trabajar en Microsoft. Dejo atrás un gran trabajo que me ha dado grandes satisfacciones, retos interesantes, buenos compañeros y un jefe/amigo con el que he evolucionado y aprendido a ser mejor profesional durante esta lucha que hemos compartido a lo largo de casi 7 años.
Dejo también atrás a mis niños a quienes he visto nacer en varias generaciones, crecer y multiplicarse en sus clustercitos, con sus lucecitas verdes encendiéndose aleatoriamente, rugiendo en el oscuro y frio CPD. Reconozco que no tuve valor para bajar a despedirme :-).
Mis compañeros tuvieron el detalle de regalarme el kit del consultor compuesto de varias de esas cosas que os podéis imaginar tales como la vaselina y la camiseta especial para las reuniones con la competencia:
Y ademas me dieron una fantástica sorpresa regalandome un sable laser para usar en «negociaciones agresivas»:
La verdad es que el sable laser me vino muy bien cuando uno de mis compañeros insinuó que en el futuro no respetaría mis normas de nomenclatura 😉
Empieza una nueva etapa para mí; salgo del despacho para entrar de nuevo al campo de batalla el retorno a las trincheras como dice mi amigo Alfredo Reino.
Como efecto secundario dejare de ser MVP ya que es incompatible.Los que me conocéis bien sabéis que respecto a Microsoft soy más papista que el papa así que os podéis imaginar como estoy, es como llegar a casa después de muchos años.
La sensación durante todo el proceso de selección y de incorporación a sido inmejorable, mis jefes me han dado una sensación impresionante y no se me ocurre mejor sitio para trabajar.
Aunque con un inmenso respeto por los retos que se me vienen encima, estoy más ilusionado que nunca.
Nace un nuevo día y es hora de que sauron se enfunde la armadura del caballero consultor y regenere el “aura” que protege a los consultores en cada proyecto.
¿Hasta dónde quieres llegar hoy?; pues ahora ya no lo sé…. 😀