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La historia del sucesor de Windows XP, es una historia que Microsoft quisiera olvidar, pensándola bien, nunca la debería olvidar porque fue una dolorosa lección de lo que no debe hacerse al desarrollar un nuevo producto. Es una historia desastrosa y de la cual hasta hace poco pudieron recuperarse.
Esta historia comienza en el 2003, dos años después de haber liberado Windows XP el cual apenas empezaba a despegar, una versión que para muchos tenía una interfaz como infantil, le decían Windows “Ficher Price”. En ese año en una conferencia de desarrolladores, Bill Gates anuncia que pronto saldrá la nueva versión de Windows, llamada por su codename Longhorn.
La presentación fue impresionante, hubo gente de pie aplaudiendo como loca, estaban mostrando algo revolucionario (como se puede ver en el video). Además de los elementos visuales de Longhorn, Microsoft dijo que tendría un nuevo sistema de archivos llamado WinFS que sería una base de datos relacional, supuestamente iba a ser más seguro y rápido. Recuerdo también que se dijo que iba a estar escrito el sistema operativo enteramente de .Net, pero bueno, se dijeron muchas cosas en esos tiempos.
Parte importante de la experiencia de usuario iba a ser la barra lateral, donde además de mostrar los gadgets o widgets sería el repositorio de todos los mensajes que las aplicaciones desplagaran, un modelo único de notificación. Se introdujo Aero, que sí sobrevivió para estar en Windows Vista y es la forma de desplegar las ventanas con transparencia en las barras.
Pasaron dos cosas en el 2004. Los ataques a las vulnerabilidades Windows XP escalaron alarmantemente, al punto que Bill Gates anunció en una famosa carta interna, su iniciativa de Seguridad la cual obligaba a todo programa que saliera de Microsoft cumplir con principios de computación segura para cerrarle el paso a los hackers y los virus. Esto hizo que muchos recursos se invirtieran en los productos en el mercado y así surgió el Service Pack 2 de Windows XP, que fue casi como un nuevo sistema operativo.
Por otro lado el desarrollo de Longhorn no iba para ningún lado, tantas tecnologías nuevas no encajaban y trataban de meter cuanta característica podían, de hecho tenían pensado liberar a finales de 2003 y ya entrados en 2004 pararon el desarrollo de Longhorn y decidieron volver a empezar. Tomaron el código base de Windows 2003 Server que estaba muy estable e hicieron cambios de interfaz mínimos para no alargar más el tiempo de desarrollo, a la basura fue WinFS, que por cierto recuerdo haber instalado y vi que funcionaba tal como lo presentaron, lástima que todavía no puede ser implementado.
Así fue como resultó Windows Vista que en el 2005 se liberó como versión Beta y todavía pasó un año para corregir errores y sacarlo al mercado por fin en el 2006 con muchos problemas al principio, sobretodo con los controladores. Aunque Windows Vista se vendió muy bien, no tuvo el impacto esperado por Microsoft, se puede decir que fue un fracaso.
Las lecciones de Longhorn las aprendió bien Microsoft al cambiar de filosofía de desarrollo que Steven Sinofsky, Director de Windows ha mostrado exitosamente aplicar. Prometer poco y entregar mucho.