Pon una pizarra en tus proyectos

Leía hace poco que hay cuatro cosas que todos los proyectos de software, con total seguridad, necesitan:


 Un editor de texto
 Un compilador
 Un gestor de fuentes
 Un gestor de bugs


Los dos primeros elementos de esta lista, sin duda siempre aparecen, puesto que es imposible crear software sin ellos. El tercero y el cuarto, hay veces que no aparecen. Y aquí sin duda el primer trabajo que debemos hacer cuando llegamos a un proyecto que carece de estos elementos es ponerlos en marcha.


Una de mis labores habituales es impartir cursos y dar consultaría sobre gestión de proyectos. Me encanta cuando me encuentro algún proyecto que carece de gestor de fuentes o de bugs, porque se que, si pongo uno en marcha, y los involucrados en el proyecto comienzan a usarlo, me consideraran un guru. En adelante recordaran mi nombre como el tipo que más mejoró su vida como desarrolladores. Si quieres que un desarrollador te declare amor eterno, no tienes más que enseñarle a usar un gestor de fuentes, especialmente si lleva un largo tiempo trabajando sin el, puesto que con seguridad habrá sufrido los problemas que siempre surgen si no hay gesto de fuentes.


Sin embargo, si quien quieres que te declare amor eterno es el responsable del proyecto, lo que tienes que montar es un gestor de bugs. Ninguna herramienta proporciona tanta información sobre un proyecto de software como un gestor de bugs, solo hay que ver Team System y la gran cantidad de métricas que se derivan de la información sobre bugs. Siempre, claro está, que alguien este testeando el software que estamos escribiendo. Pero sobre la necesidad de tener especialistas en realizar pruebas en el equipo de desarrollo hablaré otro día.


Además, la buena noticia es que existe un autentico arsenal de estas herramientas y que las hay gratuitas bastante aceptables. La mala noticia para mí es que cada vez más proyectos conocen las bondades de estas herramientas, así que ya no tengo el éxito asegurado sin trabajar duro ;).


Pero vamos a lo que realmente quiero tratar en este post. En mi opinión hay otro elemento que añadir a esa lista, de la que hablaba al principio, uno que además es muy barato: UNA PIZARRA.


Una pizarra (o mejor aun, muchas pizarras), es un elemento de un valor inestimable en todo proyecto, especialmente en todo proyecto de software. Los proyectos de software, al contrario que los de otras ramas de la ingeniería, rara vez parten de una especificación totalmente formal. Necesitan de una continua valoración de alternativas, de una continua toma de decisiones de diseño, que a menudo deben ser comprendidas, evaluadas y discutidas antes de que ni siquiera se puedan plasmar en un documento formal (si es que es necesario ese documento, lo imprescindible es el proceso necesario para encontrar el problema, porque en informática al contrario que en otras ingenieras tenemos que buscar el problema, y la solución). Y mi experiencia me dice que una pizarra es un catalizador de ese proceso. Los motivos son varios:


Cualquiera puede pintar en una pizarra. Es la única herramienta de diseño que todos sabemos utilizar con destreza. Es realmente difícil colaborar alrededor de Visio. Mucho mejor hacerlo alrededor de una pizarra, aunque luego plasmes el resultado en un documento de Visio.


Durante una reunión la persona que tiene el control de la pizarra, tiene la atención de todos los asistentes. No se crean mini reuniones paralelas o al menos no con tanta frecuencia. No hay necesidad de decir «déjame hablar», te levantas, cojes el rotulador que la otra persona cede cuando ha terminado y ya tienes el testigo de la atención de los demás. Puedes seguir aportando.


La pizarra soporta que borres solo aquellas partes del problema debatido que no están fijadas, el resto no es necesario tocarlo, puedes ir refinando tu solución y tienes a la vista las decisiones que ya has tomado, lo que evita que se reabran temas continuamente. Este proceso iterativo no se soporta sobre papel. La pizarra te aporta un proceso continuo de revisión.


Todo el mundo puede ver el resultado de una reunión o discusión simplemente levantado la cabeza. Y si la pizarra no esta visible siempre puedes sacarla una foto.


Las pizarras no «desaparecen», las libretas, los papeles, si. Cada uno se lleva la suya. Basta un «no borrar» y un poco de disciplina para que el contenido este disponible durante el tiempo necesario.


La clave sin duda es que las pizarras facilitan la comunicación, o al menos la comunicación inmediata, que es de la que surgen las ideas y conclusiones que, a la postre, guían un proyecto.


¿Me pregunto, realmente alguien puede diseñar software sin tener una pizarra? Espero respuestas. Porque veo muchos proyectos que no usan pizarras, o al menos no pizarras de tamaño adecuado.


Lo bueno es que las pizarras, al igual que los gestores de fuentes y los de bugs, son muy baratas, cómpralas, cuélgalas quizás alguien descubra que son realmente útiles.

5 comentarios sobre “Pon una pizarra en tus proyectos”

  1. Me parece increíble que nadie te haya respondido… ¿quién no ha entrado en una reunión de trabajo sea del tipo que sea (seguimiento, arquitectura, proyecto, cliente,…) y se ha terminado haciendo un dibujito en un papel?.
    Lo bueno de la pizarra como bien apuntas y como ya sabes que coincidimos, es que permite que cada uno haga su copia, o en su defecto, se haga una fotografía que podría ser enviada vía e-mail o anexada al documento o acta que se elabore de la reunión.
    Yo desde luego creo que es fundamental trabajar con una pizarra. Tanto es así, que en un SIMO ví un artilugio para escribir en la pizarra, imprimir su contenido o enviarlo por e-mail. Era un prototipo, pero no os extrañe que de aquí a poco tiempo sea un utensilio muy común. Al menos Rodrigo se ha adelantado añadiéndolo a la lista de los 4 elementos, ahora por fin, tenemos claro el quinto elemento.

  2. La verdad que soy un aficionado a las pizarras y hacer ciento de dibujos y diagramas en las reuniones, pero nunca me había parado a pensar lo importante que podían ser.

    Estoy contigo, las pizarras son importantes, pero sin olvidar que debe existir documentación escrita…que seguro que más de uno se reune, hace sus «dibujos» y ya está, definición hecha.

    Qué sería de nosotros sin una pizarra!!! Será el regalo estrella estas navidades 🙂

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