Redes sociales para programadores (Parte III) – Twitter

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Esta es una serie de posts sobre el correcto uso de las redes sociales. Sorprendentemente muchos programadores y técnicos en general no las han adoptado todavía o las usan de manera ineficiente. Este es mi pequeño granito de arena para ayudar a que, si todavía piensas que son una pérdida de tiempo, te redimas y le saques verdadero partido 😉

    · Parte I: Facebook, cuestiones personales
    · Parte II: LinkedIn, cuestiones profesionales
    · Parte III: Twitter, mantenerte informado y marca personal


TwitterEn mi opinión Twitter es sin duda la red social que más engaña en cuanto a su utilidad. La primera reacción cuando te hablan de Twitter suele ser “¡Ya ves tú, menuda tontería! Escribir mensajitos de sólo 140 caracteres para que los lea la gente”. He de reconocer que tuve esa misma reacción y me costó bastante entenderla como concepto. Hasta que me decidí y me metí de lleno a utilizarla. Entonces descubrí un verdadero mundo de posibilidades. Hoy en día es sin duda mi red favorita, la que más uso y a la que más partido le saco.

Si la sabes usar bien, Twitter te permite mantenerte al día en tiempo real de todo lo que te interesa. Facilita enormemente el comunicarse con personas (y clientes) con los mismos intereses, así como monitorizar lo que se dice por ahí sobre ti o tu empresa. Difunde muy rápido y con un buen impacto informaciones de tu organización. Es posible contactar con gente de las especialidades más extrañas muy rápidamente gracias al efecto multiplicador de la red. Y muchas otras cosas más.

Los 140 caracteres de longitud máxima de cada tweet, que a priori pueden parecer una limitación, en realidad te fuerzan a ser muy conciso y condensar mucha información en poco espacio o ir más directo al grano. Gracias a ello vas a toda velocidad leyendo los tweets de la gente a la que sigues y resulta muy fácil separar el grano de la paja y encontrar lo que te interesa.

La gente que participa en Twitter suele ser mucho más participativa y proactiva que en otras redes sociales. Su importancia como fuente de información global es cada vez mayor. Se ha popularizado hasta tal punto que hasta los programas de televisión tiene su «hashtag» puesto todo el rato para que la gente participe por twitter.

Y lo más interesante de todo es que es seguramente la red social menos desarrollada de las tres que hemos analizado. Por lo tanto todavía tienen que unirse muchos millones de personas y su potencial se multiplicará mucho todavía. sin embargo, hoy por hoy, yo ya prácticamente me entero de todo lo que pasa por twitter. No necesito ver la prensa.

Ahí van mis consejos:

1.- Escoge un buen nombre y perfil

Obviamente uno que esté libre, pero piénsatelo bien antes de decidirte. el nombre que elijas debería reflejar bien tu objetivo con la red social. Si no tienes intención de usarla para tuitear sino más bien para seguir a otra gente, quizá el nombre no sea muy importante. Pero nunca se sabe cuándo vas a querer empezar a ser activo. Salvo que vayas a usarla para echarte unas risas (hay mucha gente que lo hace) mejor un nombre serio, y mejor si refleja tu nombre real de algún modo.

En cualquier caso elige un nombre lo más corto posible. Cuanto más largo menos espacio tendrán para mencionarte o escribirte los otros usuarios.

Cúrrate un poco el perfil. Elige una foto buena (o al menos una imagen agradable) y pon un poco sobre ti: a todos le gusta saber a quién siguen y quién los sigue a ellos. Además, si pones tus intereses, a qué te dedicas, etc… hay más probabilidades de que puedas interesar a otra gente (si esa es tu intención, claro).

2.- Escoge muy bien a quién vas a seguir

Cuando empiezas a usar Twitter nadie te sigue a ti y tú tampoco seguirás a nadie. Deja a un lado a los amigos aquí (para eso está Facebook) y piensa en algunas personas de tus áreas de interés que creas que pueden estar en Twitter. También en empresas, ya que es muy probable que las principales empresas de tu ámbito estén presentes en esta red social. Busca a todos los de la lista usando Twitter directamente, o un buscador con el nombre buscado y la palabra Twitter a continuación.

Si tu interés no es tanto publicar cosas como estar al día de las que te interesan, preocúpate simplemente de seguir a la gente apropiada. Existen directorios en Internet clasificados por categorías: wefollow.com, twellow.com  son un par de buenos puntos de comienzo para buscar gente interesante a la que seguir, eso sí, la mayoría en inglés. el propio Twitter te sugerirá usuarios constantemente. ¡Ah! Y fíjate en a quién siguen las personas a las que tú sigues, siempre descubrirás gente interesante.

Echa un vistazo al “timeline” de esas personas para ver qué han publicado en los últimos días. Si ves que la mayor parte de los posts son del estilo “Me levanto”, “Voy al trabajo”, “Me estoy tomando una cervecita” o se trata de alguien que postee algo cada dos minutos, entonces es un buen candidato para no seguirlo, por muy “gurú” que sea. Lo importante es ver que postean con cierta frecuencia (pero no demasiada) y que lo que postean es, en general, relacionado con tus intereses. A lo mejor simplemente es alguien inteligente que conoces y que sabes que aportará valor con sus posts, aunque simplemente hable de la vida o de cosas interesantes.

Por cierto, me puedes seguir a mi aquí. Suelo postear de todo un poco, sobre todo enlaces a cosas que me parecen interesantes, pero no esperes demasiados posts técnicos por mi parte en Twitter. Si te interesa la información técnica pura y dura entonces te recomiendo que sigas a la cuenta de campusMVP. Ahí se publican decenas de buenos recursos todos los meses, y cada día caen al menos 3 o 4 cosas interesantes sobre programación.

3.- Publica cosas que tengan interés y no te disperses

Este consejo es en realidad el mismo que el anterior pero desde tu punto de vista.

Obviamente, igual que no querrás seguir a un “pesado” no te gustará ser tú mismo uno de ellos ¿verdad?. Pues eso: trata de centrar la temática de tus posts, comparte enlaces, “retwitea” las cosas interesantes que leas y, por lo que más quieras, evita FourSquare y similares salvo que tenga sentido para ti.

Para que la gente te siga tendrás que publicitar y difundir tu cuenta también, así que ponla en tu firma de correo, tu blog o web personal, etc… y poco a poco, si tus posts son interesantes irás consiguiendo tus propios seguidores. No te fíes de los supuestos expertos que te cuentan técnicas para conseguir cientos de seguidores en pocos días: acabarás hablándole a montones de robots y será como que no te siga nadie. Tampoco tiene sentido alguno empezar a seguir gente sin ton ni son para con la esperanza de que te sigan automáticamente. Mejor menos seguidores pero interesados que muchos sin valor alguno.

Es más: tus seguidores dicen mucho de ti también. Yo, antes de seguir a alguien, aparte de su «timeline» miro también a quién siguen y quién les sigue a ellos. Cuando me encuentro a gente que tiene 30.000 seguidores, pero ellos siguen a su vez a 45.000 es muy mala señal. Lo más normal es que los mejores tuiteros sigan a poca gente en proporción a los seguidores que tienen. Si siguen a miles de personas, realmente es que no les están prestando atención. Y los que siguen a decenas de miles de personas, generalmente son robots o gente que ha comprado followers a base de buscar que los sigan automáticamente.

4.- Haz listas

Yo sigo a poca gente porque realmente estoy interesado en lo que dicen. Si siguiera a más de 200 o así creo que no podría prestarles atención. Suelo ver el «timeline» varias veces al día a ver qué hay que sea interesante. Pero también manejo listas (privadas en mi caso), clasificando a la gente por temáticas de mi interés. Tú puedes clasificarlas siguiendo el criterio que te interese.

Lo bueno de asignar gente a las listas es que, por un lado no tienes que seguirlos y no añadirán ruido a tu «timeline» normal, pero al mismo tiempo los tienes a mano para revisar un par de veces al día y ver qué cosas interesantes han dicho o publicado.

Las listas no deberían ser tampoco muy extensas. Precisamente el objetivo de las listas es que puedas visitarlas de vez en cuando y no te pierdas tweets interesantes de gente que te interesa. Si hay demasiada gente en la lista se parecerá demasiado al «timeline» y verás mucho ruido. Manteniéndolas pequeñas y selectivas y con gente que no postee como metralletas, podrás encontrar información útil clasificada por categorías que tengan sentido para ti.

Otra utilidad similar es la posibilidad de guardar búsquedas. Puedes guardarte búsquedas por palabras, por hashtags, etc… para consultar de vez en cuando y enterarte de novedades sobre temas específicos. No subestimes esta posibilidad.

5.- No uses directamente Twitter

Hoy por hoy Twitter proporciona en esencia las API para gestionar su información -los cauces de comunicación, para que nos entendamos. Aunque por supuesto es posible utilizar Twitter desde su interfaz, ésta es limitada en muchas cosas y existen en el mercado infinidad de aplicaciones para todos los sistemas y dispositivos que permiten interactuar de forma más rica con el servicio. De este modo te resultará más fácil responder, seguir hilos de conversación, monitorizar palabras clave (hashtags) o búsquedas, generar y seguir enlaces acortados, etc… Mi aplicación favorita es Hootsuite que es gratuita y basada en web, con versiones para iPhone y Android), pero existen muchas más como Seesmic o Tweetdeck por citar las más conocidas. Prueba alguno de estos clientes de Twitter y veras muchas otras posibilidades, como por ejemplo poder programar los tweets a una determinada hora u obtener estadísticas detalladas sobre los clics en los enlaces que has posteado.

6.- Utiliza enlaces acortados

Este consejo es bastante obvio, ya que como sólo tenemos 140 caracteres disponibles, si colocas una URL muy larga que quieras compartir apenas te quedará espacio para el texto y, en casos extremos, no te entrará siquiera la URL en cuestión. Los servicios acortadores de URLs como Bit.ly , Goo.gl y similares, o los que vienen integrados con algunas herramientas de las mencionadas en el punto anterior, ofrecen una forma sencilla y cómoda para apuntar a las mismas páginas con muy pocos caracteres. Twitter ofrece su propio acortador integrado, pero a mi personalmente no me gusta demasiado porque en realidad muestra parte de la URL aunque por debajo use una dirección diferente. Además no puedes obtener estadísticas de clics.

Como beneficio añadido los acortadores generalmente ofrecen control estadístico de los clics que se hacen sobre los enlaces y sobre los “Tweets” hechos con ellas, lo cual es muy interesante, sobre todo para empresas. La mayor parte de los clientes de Twitter como los mencionados antes, están integrados con algún servicio acortador, lo que simplifica aún más el usar estas URLs cortas.

7.- Emplea hashtags para marcar las temáticas

Los “hashtags” son etiquetas cortas precedidas por un “hash” (el símbolo #, conocido también como almohadilla o makoki) que decoran los tweets para atarlos a una determinada temática. Así, es muy habitual incluirlos en cada post para indicar el tema o temas que se están tratando.

Estos hashtags luego se convierten en enlaces que puedes pulsar y ver todos los tweets de la misma temática. También se pueden hacer búsquedas de hashtags (es fácil adivinarlos aunque no los sepas), y encontrar así cosas que nos interesan. Por ejemplo, si pruebas a buscar «#trabajo #programador» verás que te salen ofertas de empleo en ese ámbito.

También se usan muchas veces para buscar información en tiempo real sobre determinadas temáticas. Por ejemplo, cosas tan prosaicas como seguir los comentarios de la gente en un programa de televisión, pero otras tan importantes como seguir la progresión de una catástrofe o salir de un sitio. Y este es un caso real: a mí y a miles de personas más nos vinieron de maravilla un par de hastags cuando, hace un par de años, nos quedamos atrapados en todo el mundo debido a la famosa nube de ceniza volcánica de Islandia. Bastaba con monitorizar las etiquetas #ashtag y #ashcloud para estar al tanto en tiempo real de todo lo que estaba pasando referente a este asunto, y conocer las últimas noticias a medida que se producían. Incluso para encontrar otros viajeros atrapados con los que compartir transporte y salir de Bruselas (que es donde estaba yo).

En resumen

En efecto, las redes sociales pueden llegar a ser una lacra para tu productividad. No obstante si las usas de la manera apropiada, cada una en su ámbito y con su propósito concreto, pueden resultarte de mucha ayuda.

Las puedes utilizar para estar en contacto con tus amigos y familiares o para potenciar tus aficiones. Les puedes sacar partido en el ámbito laboral o para mantenerte al tanto de temas que te interesan, incluso en tiempo real. También es posible que tu intención sea la de llegar a mucha gente y emplearlas como un medio de promoción de tu negocio o actividad.

En cualquier caso debes aprender a usarlas bien y pueden pasar de ser una pérdida de tiempo a ser tus mejores aliadas.

En esta serie de posts hemos repasado las tres redes más importantes dando pequeños consejos sobre cómo utilizarlas y sacarles partido.

Espero que te haya servido para animarte a usarlas si no lo hacías, o a utilizarlas mejor si ya estabas metido en ese mundo.

¡En cualquier caso confío en que te haya resultado interesante y útil!

Redes sociales para programadores (Parte II) – LinkedIn

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Esta es una serie de posts sobre el correcto uso de las redes sociales. Sorprendentemente muchos programadores y técnicos en general no las han adoptado todavía o las usan de manera ineficiente. Este es mi pequeño granito de arena para ayudar a que, si todavía piensas que son una pérdida de tiempo, te redimas y le saques verdadero partido 😉

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LinkedInLinkedIn es sin lugar a dudas una de mis redes sociales preferidas. Al igual que con las otras, que te sirva de algo o sea una pérdida de tiempo, es sólo cuestión del interés que le pongas y de saber sacarle un poco de partido.

Hay muchísimos profesionales metidos en ella (¡casi todo el mundo está!) y se pueden hacer contactos muy interesantes e insospechados, mantenerse al tanto de lo que hacen otras personas que nos interesan, reclutar gente, participar en grupos de interés profesional, o hacer vigilancia de los movimientos de la competencia entre otras muchas utilidades. Además en los últimos tiempos se ha convertido en una inagotable fuente de información interesante gracias a las noticias recomendadas.

Los más reacios suelen ofrecer menos resistencia a la hora de atreverse con LinkedIn que en el caso de otras redes. El motivo es que por regla general se ven más claras sus ventajas, y suelen requerir menos dedicación que las otras redes. Eso sí, al darte de alta debes invertir unas cuantas horas en hacer un perfil profesional decente o no te valdrá de nada. Pero luego puedes tenerlas en mantenimiento sin dedicarles un tiempo excesivo. Todo depende de tu implicación.

Aquí van mis consejos para esta red:

1.- Desarrolla un buen perfil profesional.

No pierdas de vista el objetivo, que debería ser profesional. Así que, como a la hora de crear tu Curriculum Vitae, dedícale tiempo a recopilar y ordenar información, introduce sólo cosas relevantes y ordénalas bien.

Realmente, si tienes 15 años de experiencia y aspiras a puestos de mando intermedio, ¿le interesa a alguien en qué colegio cursaste la EGB?. La respuesta es NOOOOO. Así que piénsalo bien antes de poner algo. Haz un perfil relevante, directo al grano y que explique bien qué haces ahora y qué has hecho en el pasado.

También merece la pena indicar tus intereses profesionales, como qué materias te interesan más allá de lo que hagas ahora para ganarte la vida, y con qué tipo de trabajo te sientes más a gusto. Es conveniente incluir palabras clave que se relacionan con tu perfil profesional también. De todos modos no pierdas de vista que la idea es mostrar a tus contactos quién eres profesionalmente, no se trata de de hacer un CV, por lo que es mejor ser breve y darle un enfoque completamente distinto.

Trata de buscar el perfil público de algunos profesionales que conozcas y tengas como referente, y úsalos como patrón para ver el estilo.

Es importante que, si hablas este idioma, hagas tu perfil en inglés. O mejor aún: invierte tiempo en crear tu perfil en los dos idiomas: español e inglés:

LinkedIn_ProfileOtroLenguaje

De este modo las personas que visiten tu perfil lo verán en el idioma más apropiado.

Si lo rellenas hazlo bien y cubre la mayor cantidad de apartados que puedas con información relevante: tu background profesional (resumen), experiencia relevante, formación, idiomas, intereses, premios, cursos, voluntariado…

Cuida también los detalles. Por ejemplo, tu URL pública por defecto es horrible: cámbiala debajo de tu foto y pon una que refleje tu nombre.

Ah!, tu foto: escoge una decente y que se te vea bien la cara: se trata de que te reconozcan, así que nada de fotos raras, retocadas para que no se te vea o fondos de paisajes. Tu careto es el que debe salir ahí en una actitud profesional.

Ya te digo que hacerlo bien te llevará unas cuantas horas. Reserva un domingo lluvioso y no dejes de hacerlo bien. A la larga lo agradecerás. Además, realmente te servirá para analizar bien tu perfil profesional y ayudarte a centrarte un poco. Es más, conviene darle una buena revisión al perfil de LinkedIn al menos una vez al año para ver si sigues en la misma onda, necesitas actualizarlo para enfocarlo a tus nuevos intereses, etc…

2.- Busca personas que puedas conocer e invítalas a unirse a tu red.

Eso sí, asegúrate de conocerlas de algo y que estas personas sepan quién eres tú. Cumpliendo esto, al contrario que en otras redes sociales, aquí sí que suelen estar bien vistas este tipo de peticiones. Sobre todo si tú también tienes contactos qué aportar a la red de la otra persona.

Cuantos más contactos tengas de primer nivel y cuántos más contactos tengan estas personas, a más gente podrás llegar (puedes ver hasta el tercer grado de relación). Aquí se juega con redes de complejidad exponencial, por lo que a lo mejor con sólo 40 o 50 contactos de primer nivel tienes acceso a cientos de miles de personas de todo el mundo. Haz una búsqueda en plan “¿A ver a quién conozco en tal empresa?” y te sorprenderás.

Empieza por las personas con las que más confianza tengas, y luego otra gente que conozcas menos. No se trata de pedirle al primero que conozcas en una feria que se añada a tu red (aunque muchos lo hacen), pero la mayor parte de la gente es muy receptiva.

Las propias redes se ofrecen amablemente a buscarte contactos examinando tu lista de contactos de Outlook o GMail. Aunque se lo permitas, escoge tú finalmente a quién añades, no se lo pidas a todo el mundo por sistema o serás el típico pesado que nadie quiere añadir.

En este tipo de redes, en mi opinión, menos es más: es decir, mejor pocos contactos de calidad, que muchos simplemente por el hecho de tenerlos.

3.- Evita a la gente que no comparte sus contactos.

Como ya he dicho, se trata de redes de relaciones transitivas que se amplían de manera exponencial en cada enlace. Por lo tanto si alguien rompe dicha relación, que debe ser en dos direcciones, hace daño a la red. Se trata de un “quid pro quo”: yo te doy acceso a mis contactos y tú a los tuyos.

Por lo tanto, al menos para mí, alguien que bloquea el acceso a los contactos de su red se convierte automáticamente en un gorrón. Si detecto a alguna de esas personas en mi red directamente lo elimino y le hago saber el motivo. Me da igual que sea el director general de mi mejor cliente.

Así que aplícate el cuento: no bloquees el acceso a tus contactos. Si lo haces estás negando a los demás la principal ventaja de la red, y te estarás aprovechando al mismo tiempo de los suyos. Mala cosa…

4.- Pide (y da) recomendaciones

Al igual que cualquier producto, tu producto (o sea tú), se beneficiará de la presión de grupo. Al final si alguien no te conoce tiene que fiarse de la opinión de otros. Por ello, tener algunas recomendaciones siempre es interesante. Si crees que alguien en tu entorno profesional te valora y tienes confianza, pídele que te recomiende. Otros lo harán motu proprio también.

Eso sí, conviene que no se pasen en los halagos. No se trata de que escriban una hagiografía de tu persona. la idea es que destaquen cosas generales de tu forma de trabajar o tu validez profesional. Yo cuando veo algunas recomendaciones, sinceramente, me llegan a producir el efecto contrario: demasiada perfección o halagos exagerados no me los creo. Mi recomendación sería huir de los aduladores. Mejor hechos que impresiones.

Ojo también con lo que admites, pues se te pueden colar recomendaciones, como decirlo, “peliagudas”:

linkedinrecommendation

😉

Si te piden recomendaciones a ti piensa un poco antes de escribirla en el objetivo que tiene esa persona. No es lo mismo que esté buscando un trabajo, que quiera posicionarse como experto en alguna disciplina o que realmente le de igual porque quiere completar su perfil. Trata de que sea útil, ya que vas a invertir el tiempo en hacerla.

Lo de los intercambios descarados de recomendaciones no es algo muy recomendable. El plan “Tío, recomiéndame y luego te recomiendo yo a ti inmediatamente para devolverte el favor”, no suele ser buena idea. El motivo es que “canta” mucho. La columna de recomendaciones recibidas está justo a lado de la columna de las recomendaciones que tú haces, por lo que a un profesional de los recursos humanos, por ejemplo, le resultará muy fácil localizar este tipo de cosas y al final es contraproducente.

Ah!, y no es necesario que alguien te pida expresamente una recomendación: si ves a alguien que la merece, tienes un compañero de trabajo muy bueno y colaborativo, asistes a una clase o a una charla excepcional, etc… recomienda a esa persona de forma espontánea y sin pedir reciprocidad. Te lo agradecerá mucho y fortalecerás la relación.

5.- Únete a grupos de tu interés profesional y participa.

No te olvides de que, aparte de redes de contactos, son redes sociales. Puede parecer una perogrullada, pero la socialización implica participación activa en la sociedad.

En el caso de LinkedIn eso se traduce en aportar algo a los demás que están en tu red y en los grupos de tu interés. Por lo tanto, cuando dentro de tus áreas de especialización o interés leas algún artículo, tengas un enlace o un pensamiento interesante, etc…, si crees que puede interesar a otra gente, compártelo con tu red.

Además únete a grupos profesionales (te aceptarán casi seguro) de temas que te interesen. En ellos suelen surgir debates, se comparte información interesante de la materia y se hacen preguntas. Procura dedicar un pequeño tiempo a menudo para participar dando tu opinión y compartiendo cuestiones de interés general. Eso hará que otra gente que no es de tu red te conozca y que te puedas labrar una pequeña reputación en las materias que te interesan. Ello te facilitará mucho el conocer otra gente de intereses similares, y ayudará a romper el hielo si quieres hacer contacto con otras personas o empresas.

Tampoco seas el típico pesado que acapara todas las conversaciones o el listillo que da su opinión sobre todo lo que hay bajo las estrellas. Esa gente no gusta ahí, al igual que tampoco gusta en persona. Como en todo, en el medio está la virtud.

No te olvides de que existe una caja de publicación en la página principal:

LinkedIn_Update

Las actualizaciones que hagas a través de ella aparecerán en la página principal de tus contactos, y en la parte superior de tu perfil cuando lo vea otra gente, por lo que es también parte de tu imagen profesional. Utilízalo sabiamente.

Por cierto, también es posible seguir a empresas que conozcas o te interesen de tu sector. Aparte de mantenerte al día de lo que hacen y de qué personas trabajan en ellas (que quizá conozcas), muchas las utilizan para ofrecer puestos de trabajo. Mucha gente no lo sabe pero LinkedIn es un directorio de empleo bastante potente, y cada día sacan miles de puestos de trabajo en todas las industrias y en cualquier parte del mundo. Suelen ser puestos de mucha mejor calidad que Infojobs y directorios de ese estilo, y encima tienes mucha menos competencia a la hora de entregar el curriculum. Aprovéchalo.

6.- Mantente actualizado en tu campo

Una de las características más interesantes que ha incorporado LinkedIn en los últimos tiempos es la recomendación de noticias y artículos en función de tus intereses declarados y tu perfil profesional. Al entrar, en la portada, y también a través de correo electrónico todas las semanas, verás una serie de artículos recomendados que se eligen de manera automática en función de tu perfil, de lo que lee y recomienda tu red social, de las cosas que posteas, etc…

LinkedInToday

La verdad es que en mi caso concreto aciertan muchísimo, especialmente en el resumen semanal, donde vienen una decena de artículos destacados. De ahí saco muchas veces gran parte de mi lectura para el fin de semana. Además, siempre puedes usar la opción de personalización (destacada en la figura anterior) para elegir mejor los temas que te interesan y mejorar las recomendaciones.

No dejes de sacarle partido para mantenerte al día en lo tuyo y leer cosas interesantes.

7.- No te metas sólo cuando quieres cambiar de trabajo

Claro está que si has descubierto esta red justo cuando estabas buscando un cambio de trabajo o en situación de desempleo, pues que se le va a hacer… Pero muchas personas sólo se acuerdan de LinkedIn cuando necesitan buscar un nuevo empleo. Y lo que es aún peor: una vez que encuentran trabajo abandonan por completo la herramienta.

Dado que al final se establecen redes de confianza y  mucha gente te conoce, eso se nota enseguida y no queda bien.

Así que no esperes a necesitarlo y crea el perfil mucho antes. Y participa desde siempre, no sólo cuando quieres llamar la atención. Te dará muchas ventajas.

Tampoco tengas miedo de poner que estás en situación de desempleo. Eso le pasa a cualquiera. Si tus contactos no lo saben no podrán echarte un cable o no lo tendrán presente. Así que no pasa nada por poner que tu puesto actual es “En búsqueda activa”, y mejor si especificas qué buscas exactamente.

Lo que sí puede que te compense hacer si estás buscando trabajo o queriendo cambiar el actual es que inviertas en comprar una suscripción premium de la herramienta. Te permitirá contactar más fácilmente con todo tipo de gente, escribirles correo directamente, ver más resultados de búsquedas, clasificar perfiles, destacar el tuyo y hacer que aparezca en el directorio Open Link, ver quién ha visto exactamente tu perfil y muchas otras cosas. si las utilizas bien te resultará una inversión rentable.

En resumen

LinkedIn ha ido mejorando mucho en los últimos años, añadiendo características.cada vez más interesante y, sobre todo, creciendo hasta alcanzar un volumen brutal. Casi todo el mundo que te interesa profesionalmente está en esta red. Y seguramente está a menos de dos o tres grados de separación de ti. Aprovecharte de estas facilidades que nos brinda la tecnología de esta eraes solamente cosa tuya. Así que ya sabes 🙂

¡Espero que te resulte útil!

Redes sociales para programadores (Parte I) – Facebook

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Esta es una serie de posts sobre el correcto uso de las redes sociales. Sorprendentemente muchos programadores y técnicos en general no las han adoptado todavía o las usan de manera ineficiente. Este es mi pequeño granito de arena para ayudar a que, si todavía piensas que son una pérdida de tiempo, te redimas y le saques verdadero partido 😉

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Ya he comentado en otras ocasiones que el colectivo de los técnicos informáticos es, paradójicamente, uno de los más reacios a adaptarse a las novedades tecnológicas, especialmente si éstas ofrecen una componente no-técnica (de usabilidad o social, por ejemplo). Lo cual no deja de sorprenderme.

Es indudable que las redes sociales están aquí para quedarse. Quizá no como las conocemos actualmente, o quizá acaben disgregadas en múltiples redes más pequeñas y especializadas. Quién sabe. Pero lo que es seguro es que estarán presentes cada vez más en nuestras vidas. Para algunos (como yo) ya forman parte inseparable de la vida diaria.

facebook-dislikeA pesar de lo que se han introducido en la sociedad este tipo de redes, y según he podido constatar a través de muchas conversaciones, los técnicos informáticos en general (y los programadores en particular) no utilizan, usan muy raramente o –directamente- no entienden la utilidad las redes sociales. Me estoy refiriendo sobre todo a las tres principales en estos momentos: Facebook, Twitter y LinkedIn.

He hablado de este asunto tanto con profesionales experimentados como con estudiantes de informática para barrer todo el espectro, porque me interesa conocer los diversos puntos de vista. La práctica totalidad de los que no usan las redes sociales dicen que les parece una pérdida de tiempo, que no le ven la utilidad o que no tienen tiempo para dedicarles. Es decir, casi todas las “quejas” se dirigen hacia lo mismo: el escaso tiempo del que generalmente disponemos los técnicos. Eso, y que no se le ve la utilidad o un beneficio a cambio del tiempo invertido, claro, que viene a ser lo mismo.

Así, es muy común que hasta las abuelitas o gente que hasta hace poco eran iletrados informáticos estén usando alguna de estas redes sociales. Sin embargo los técnicos -las personas que estamos en contacto permanente con la informática- somos los que menos propensión tenemos a usarlas. Cualquier otro colectivo del sector servicios ha sido más rápido que los informáticos a la hora de adoptar verdaderamente las redes sociales.

En mi opinión se trata de un error, ya que a estas redes se les puede sacar un gran partido personal y profesional si se entienden y se utilizan bien. Eligiendo bien cómo utilizarlas y siguiendo unas mínimas pautas no sólo les podremos ver el interés, sino que nos pueden ayudar a estar mejor informados que nunca, a hacer contactos, e incluso a ahorrar tiempo y ser más productivos. Todo depende de nuestro objetivo y lo disciplinados que seamos.

Las redes sociales no son más que herramientas. Y como toda herramienta el resultado de su uso depende de la destreza con las que las usemos o el propósito que queramos perseguir con ellas. Así, un martillo puede servir para incrustar un clavo o para matar a una persona, si se me permite el símil facilón.

A continuación voy a comentar mi punto de vista de cada una de estas tres redes sociales más utilizadas, y enunciaré unas cuantas “normas” que he extraído de mi experiencia y que creo que le pueden venir bien a mucha gente, con dos objetivos: aprender a aprovechar el tiempo con ellas y usarlas adecuadamente de cara a otros usuarios.

No son todas las que son, pero sí son todas las que están. Es decir, podría dar más recomendaciones, pero estas son las básicas y suficientes para sacarle partido a estas redes.

Hoy empezaré con Facebook, la más orientada al ocio, y en dos entregas posteriores hablaré de LinkedIn y de Twitter, la más incomprendida de las tres.

Facebook: La más orientada al ocio

¡Ah, Facebook! Cuanto tiempo se puede perder con esta herramienta. Es verdad: si no la usas adecuadamente puede ser una verdadera lacra para tu productividad. Y es que, con  más de mil millones de usuarios activos al mes, todo el mundo está ahí: amigos, compañeros del trabajo, aquel señor que conociste una vez en una feria, padres, hijos, tu tía-abuela… ¡Diosss!

Casi todo el mundo tiene su primer contacto con las redes sociales a través de Facebook. Y si no tienes cuidado puede ser traumático. Pero si se utiliza bien puede resultar de utilidad.

Desde mi punto de vista su uso principal es el de estar en contacto con los amigos, la familia y mantenerte al tanto y participar en temas que sean de tu interés personal. Es decir, su uso predominante debería ser en el ámbito personal. Facebook es perfecto para mantener el contacto con los amigos lejanos a los que no vemos a menudo, pero también con las amistades cercanas durante la semana, los familiares, gente conocida con la que compartimos aficiones… Entre sus millones de páginas y grupos seguro que hay muchos que nos pueden aportar ideas interesantes, lecturas recomendables y mil formas de mantenernos al tanto de las materias de nuestro interés.

Además hay una utilidad más que lo hace muy interesante y es que, dada su proliferación, existen, miles de sitios en Internet a los que se puede acceder de manera segura con una cuenta de Facebook. Sólo por esto hay más de uno que se da de alta en Facebook para así evitar recordar multitud de contraseñas.

Mis recomendaciones para Facebook son las siguientes:

1.- Elije bien a los amigos

Esto es como en la vida real: tan malo es no tener apenas amigos como tener demasiados. Así que hay que ser cuidadosos a la hora de seleccionar a las amistades en Facebook. El dicho postmoderno “Eres más falso que un amigo de Facebook” no es caprichoso. Si no seleccionas un poco a la gente te saturarás de tonterías que no te interesan y acabarás abandonando la red social.

Además la “amistad” en este caso conlleva una relación simétrica, es decir, que si tú puedes ver todo lo que hacen tus amigos en la red social ellos podrán ver también lo que haces tú. Es más, y esto sí que es peligroso, en Facebook se cumple por defecto la máxima de que “los amigos de tus amigos son mis amigos”. Por ello aunque te creas que tus fotos inapropiadas de aquella despedida de soltero sólo van a ser accesibles para tus contactos directos, puede que tu jefe acabe viéndolas también. Por ello es tan importante escoger con cuidado. Más adelante encontrarás algunos consejos sobre privacidad en Facebook con detalles sobre cómo evitar estas situaciones desagradables.

Debido a las recomendaciones que te hace el propio Facebook y a la excesiva ligereza de muchos a la hora de “pedir amistad”, recibirás seguro solicitudes de personas que apenas conoces (o que directamente no sabes quiénes son). No tengas miedo de “dar calabazas” a más de uno y decir que no los conoces. Como en todo, hay que buscar un equilibrio.

2.- No sigas a cualquier página o grupo

Deberías seguir páginas que conecten con tus intereses personales y que se actualicen con cierta asiduidad. Puede ser gracioso hacerte fan de la mítica página “Señoras que llevan bolsas en la cabeza cuando llueve” y sus miles de derivaciones, pero ¿te aporta algo?.

Sin embargo si te haces fan de páginas de ciertas temáticas llevadas por personas o empresas de origen fiable (o sea, que conozcas), puedes recibir información de tu interés ya filtrada y de gran valor. Si eliges bien de quién hacerte fan puedes sacarle mucho partido a la información recibida.

Por cierto conoces ya la página de campusMVP en Facebook 😉

3.- Participa y entra con frecuencia

Un amigo cuando empezó en esta red se quejaba de lo “pesado que era yo en Facebook”, cuando en realidad meto una cosa o dos diariamente como mucho, y hay días que incluso no participo nada por falta de tiempo y me limito a ver las novedades de los amigos. Así que su afirmación me dejaba un tanto preocupado. Al final, lo que le ocurría era que sólo me tenía a mí y a un par de personas más como amigos y entraba una vez cada diez días. Resultado: un “stream” lleno de actualizaciones mías y de otro “pesado”, una detrás de la otra.

Si tienes unas cuantas decenas de amigos y entras todos los días eso no te pasará. Y si además has seguido las normas anteriores lo que verás será seguramente de tu interés.

Y además, y esto es fundamental, trata de participar un poco. Vence la timidez y comparte algo también, no sólo recibas. Intenta ser relevante y compartir cosas que puedan interesar a tus amistades. A nadie o casi nadie le interesa que te acabas de levantar de la cama, o que narres cada paso que das por la vida (como hacen algunos pesados), pero seguro que les interesan algunas noticias interesantes, fotos de cosas llamativas que ves por la calle, tu opinión sobre muchos temas o que das una fiesta de cumpleaños.

Tampoco cuesta nada pulsar un “Me gusta” cuando realmente te guste algo o te resulte útil, o dejar un comentario o una opinión. Tus amigos y los administradores de las páginas lo agradecerán mucho sin duda.

Los que sólo publican actualizaciones suyas pero jamás participan en las de los demás demuestran muy poca educación e interés y acaban siendo mal vistos. Así que ya sabes…

4.- Clasifica a los “amigos”

Suena duro, pero es necesario. Además ellos no sabrán cómo los tienes clasificados. Clasifícalos nada más aceptar su amistad, y no te fíes de la clasificación automática que hará Facebook por ti. Crea unos cuantos grupos para los amigos más cercanos, familia, gente del trabajo, etc… y mete a todo el mundo en al menos uno de ellos. Sin excepción.

Hacer esto te permitirá dos cosas muy importantes: elegir a quiénes quieres ver en un momento dado, y sobre todo decidir con quién quieres compartir algunas de las cosas que publiques.

Hay cuestiones que deben quedar sólo para la familia (eso ha sonado muy “Soprano”), y otras que son para ciertos amigos, pero no para todo el mundo. Si no los tienes clasificados no podrás hacerlo. Ten en cuenta que tienes la posibilidad de meter a una misma persona en más de una categoría a la vez, por lo que la clasificación puede ser muy flexible.

5.- Huye de los juegos como de la peste

A menos que realmente tengas mucho tiempo libre no te metas jamás en ningún jueguecito de esos tan de moda: la granja, las guerras de la mafia, etc… Es más, en las invitaciones a participar y en las actualizaciones de tu “stream”, hay un botón que sirve para bloquear cada aplicación concreta. Úsalo y no volverás a saber nada de ellas. Lo agradecerás si tu intención es no perder el tiempo en Facebook. Claro que si te sobra…. 🙂

6.- Ajusta bien los niveles de privacidad

No querrás que, a lo mejor, si tu jefe es amigo de un amigo vea las fotos de la juerga del sábado, o que si envías un curriculum a una empresa y te buscan en Internet aparezca tu perfil de Facebook diciendo que eres fan de una página comprometida, inapropiada o de cierta tendencia política. Esas cosas pasan mucho.

Algunos trucos de privacidad:

  • Ajusta bien las propiedades de privacidad: Facebook tiene fama de ser excesivamente laxo en cuanto a la privacidad de sus usuarios y esto se debe a los valores por defecto que da a algunas de estas propiedades. Invierte quince minutos en mirártelos bien y dejarlos de verdad a tu gusto. Y si tienes alguna duda léete la guía de privacidad que ofrece la herramienta y que encontrarás aquí.
  • Evita publicar tus movimientos detallados: si cuando te vas de vacaciones lo gritas a los cuatro vientos y no tienes cuidado, mucha gente que no debiera se puede enterar. Ha habido casos famosos de casas asaltadas aprovechando información de ausencia de sus dueños sacada de Facebook. Y, por favor, evita atormentar a tus amigos indicándoles en todo momento en donde estás con el -tan de moda- Foursquare: nos da igual, de verdad 😛
  • Fecha de tu cumpleaños: la fecha de tu cumpleaños, entre otras cosas, es algo que se suele solicitar en muchos sitios como medida para verificar que eres quien dices ser (recuperar claves, atención telefónica…). Asegúrate de publicar sólo el día y mes, pero no el año en tu perfil público de Facebook, y minimiza otro tipo de formación personal similar, como el nombre de tus hijos o tu ciudad de nacimiento.
  • Evita que tu perfil aparezca en búsquedas: salvo que quieras que todo el mundo te encuentre en Facebook y te pida amistad, lo cual contradice uno de los consejos principales de este post. Dentro de los ajustes de privacidad hay uno específico para las búsquedas que te permite decidir quiénes quieres que te encuentren tanto dentro como fuera de Facebook.
  • Borrar la cuenta: si realmente quieres abandonar Facebook ten en cuenta que desactivando la cuenta toda tu información quedará igual dentro del sistema. Existe la posibilidad de borrar de manera definitiva la cuenta y todos los datos, pero se ve que no quieren que la encuentre nadie pues no está accesible desde la aplicación. Si esto es lo que quieres de verdad visita esta página y podrás conseguirlo: https://ssl.facebook.com/help/contact.php?show_form=delete_account. Esta página está muy escondida porque a Facebook no le interesa, así que guárdate el enlace porque no es fácil de encontrar.

En el próximo post hablaré de LinkedIn, una red a la que se le puede sacar mucho partido profesional si le dedicamos un mínimo de tiempo y le ponemos “cariño”.

¡Espero que te sea útil!