Recibiendo estimaciones

Escribía hace unos días sobre las estimaciones y como se tienden a tratar como compromisos. Pero es evidente que los desarrolladores, en lo que a las estimaciones se refiere, nos encontramos en las dos caras de la moneda a menudo: realizamos estimaciones y tambien recibimos estimaciones. Hoy la cara de la moneda que me interesa es la de recibir estimaciones.


Generalmente cuando recibimos estimaciones es porque nos encontramos en una situación de autoridad dentro del proyecto y nunca debemos olvidar que la autoridad conlleva responsabilidad. Somos responsables de cómo tratamos estas estimaciones. Y la máxima es clara: No conviertas las estimaciones que recibes en compromisos.


Convertir las estimaciones en compromisos genera una serie de problemas que dañan a corto o medio plazo el desempeño general del proyecto. Gestionar un proyecto es en esencia un problema de manejo de información. Hemos de conseguir información veraz y actuar interprentando esa información para guiar el proyecto. Convendreís conmigo que obtener información veraz es imposible si no existe confianza.


Pues bien, cuando convertimos las estimaciones en compromisos, estamos dañando nuestra gestión del proyecto, porque precisamente estamos dañando la calidad de la información con la que contamos y la confianza de quien nos dió la estimación.


Al convertir una estimación en un compromiso no estamos haciendo otra cosa que engañarnos a nosotros mismos. Sabemos que alguien nos dio una estimación, basandose muy probablemente en información insuficiente, sin tener un conocimiento a fondo de lo que estaba estimando. No puede ser de otra manera. ¡Y sin embargo nos la tomamos como una verdad absoluta! e ¡incluso se la comunicamos a otros implicados en el proyecto, probablemente a nuestro jefe! Y entonces ya no hay marcha atrás: con una alta probabilidad estadística (ver el gráfico del anterior post sobre estimaciones) estamos manejando una estimación poco ajustada y muchos otros miembros del proyecto también. La consecuencia es clara, estamos barajando información incorrecta, luego dificilmente vamos a poder tomar decisiones correctas sobre el proyecto. Y no solo eso, haciendo de las estimaciones compromisos, renunciamos a refinar las estimaciones. ¿Para que vamos a refinarlas si ya son compromisos? Solo tenemos que limitarnos a cumplirlas. ¡Cumplir estimaciones que no son fiables! Y este el proceso de refinar las estimaciones es de gran valor, no solo porque nos lleva a ir consiguiendo estimaciones que si son realmente fiables, sino porque en ese proceso encontramos un montón de información valiosa sobre el proyecto.


El otro aspecto a tener en cuenta es que convirtiendo estimaciones en compromisos dañamos la confianza de quien nos dio la estimación. Al fin y al cabo solo estaba estimando y nosostros sin embargo ¡hemos convertido su estimación en un compromiso!. Desde luego no estamos estableciendo las bases de una relación basada en la confianza. Y sin la confianza de los implicados en el proyecto nunca lograremos encontrar información veraz en la que basar la gestión del proyecto. Una variante, aun peor, de esta situación es cuando hacemos estimaciones sin contar con la persona que va a realizar la tarea. Solo quien es el responsable de realizar una tarea puede estimarla, solo él conoce las limitaciones y ventajas con las que cuenta para enfrentarse a la tarea. La siguiente tira de Dilbert lo deja clarito:


8 comentarios sobre “Recibiendo estimaciones”

  1. La información de estos dos artículos de estimaciones es oro en polvo. Felicitaciones por el contenido. Una recomendación para mejorar: revisa la ortografía antes de publicar el artículo.

    Saludos.

  2. Darío, gracias por tu comentario.
    En los nuevos artículos ya soy más cuidadoso con la ortografía… de todos modos he editado este para que ‘cante menos’…

    Un saludo!

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