Hemos leído: Coders at Work

Curioso, cuando menos, este libro, ya que recoge 15 entrevistas hechas a otros tantos próceres del desarrollo, algunos más conocidos que otros. Peter Seibel es el entrevistador, y a partir de un par de preguntas iguales, las conversaciones derivan hacia los temas más variados que puedas imaginarte, todos ellos, claro está, en relación al desarrollo.

Cada entrevista trae una breve reseña biográfica de quién es el entrevistado, e indefectiblemente comienza con la misma pregunta: “¿Cómo aprendiste a programar?”. Otra que también suele hacer a lo largo de la charla es el uso que le da a los libros de Knuth “El arte de programar ordenadores”. Aparte de esos dos puntos comunes, las conversaciones suelen variar ampliamente, pero siempre alrededor del trabajo de cada uno de ellos, cómo contratan y qué tal les va ahora.

Una de las cosas que menos me han gustado del libro es el hecho de que todos los entrevistados son dinosaurios del desarrollo, que empezaron en esto allá por los años cincuenta/sesenta, y eso se nota mucho en las conversaciones. Casi todos empezaron o bien robando tiempo a un mainframe de la época o bien haciendo programas para ellos (hablamos de la época de los teletipos e impresoras, e incluso del uso de tarjetas perforadas).

Luego se va adelantando en el tiempo y se van comentando los logros de cada uno, hasta el punto de encontrarnos opiniones tan dispares y tan políticamente incorrectas hoy en día como el rechazo hacia las pruebas unitarias o a la depuración organizada, e incluso a la programación orientada a objetos, sin contar un odio cerval a C y nombrar, de pasada y con malos modos, a C++.

Es decir, la mayoría de los entrevistados rechazan de plano alguno de los paradigmas más actuales del desarrollo. Evidentemente no todos lo rechazan todo, pero sí que, siempre, rechazan algo.

Yo aquí veo dos lecturas diferentes. La primera está en que, por desgracia, los entrevistados son eso: dinosaurios del desarrollo listos para la extinción. La otra interpretación, quizás más plausible, es el hecho de que la elección de personas venga de la mano del entrevistador o de quién la haya hecho, y muestre, más que otra cosa, las preferencias personales del mismo más que la realización de un muestreo dentro de los grandes del desarrollo.

Personalmente creo en la segunda, más que nada porque falta alguno de estos tres: Ritchie, Kernighan o Stroustrup. Nadie va a negar aquí que la invención de C realizó un cambio de paradigma en el desarrollo, haciendo más fácil lo difícil (y aquí pensemos que por cada PC hay mil dispositivos embebidos que, ciertamente, tienen su firmware escrito en C). Y sin embargo en el libro se denosta C y C++ (y no es porque yo sea un fan del lenguaje, de hecho odio C, pero no C++).

Por lo tanto creo que el libro, pese a ser bueno, está un poco sesgado.

No obstante resulta muy interesante de leer. Es increíble lo que estos señores saben, y su experiencia en el campo que nos ocupa. De hecho, la pregunta que más me ha gustado de todas es la de que expliquen su mayor pesadilla en depurar un bug… aunque alguno se vaya por las ramas al responder.

Ciertamente vale la pena leerlo, no para aprender a programar, sino para conocer otros puntos de vista y para leer sobre la experiencia de esa gente. Además, el libro no es muy técnico en cuanto a terminología aunque a veces hay que releer alguna frase de los entrevistados debido a las peculiaridades de cada uno.

Los entrevistados son: Jamie Zawinski, Brad Fitzpatrick, Douglas Crockford, Brendan Eich, Joshua Bloch, Joe Armstrong, Simon Peyton Jones, Peter Norving, Guy Steele, Dan Ingalls, L. Peter Deutsch, Ken Thompson, Fran Allen, Bernie Kosell y Donald Knuth. Deciros como palabras finales que de la lista sólo conocía a Thompson por ser el creador de Unix y al insigne Knuth.

5 comentarios sobre “Hemos leído: Coders at Work”

  1. Bueno, realmente es fácil decir que cosas son más fáciles en C que en ensamblador. Para empezar el hecho de que el código sea más o menos portable, como en este caso bien apuntas, es una gran ventaja. Aparte de que como persona que ha programado mucho en ensambladores distintos, puedo decirte que todo es casi infinitamente más fácil en C que en ensamblador.

    Ahora bien, ante tu afirmación: «Nadie va a negar aquí que la invención de C realizó un cambio de paradigma en el desarrollo, haciendo más fácil lo difícil» Sigue pendiente mi pregunta de qué cosas hizo más fáciles C que Pascal, por ponerte un ejemplo de lenguaje creado anteriormente.

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