Galletitas indigestas

Hace unos meses, un familiar me explicó que tenía problemas para visitar un diario digital desde su perfil de usuario y con el navegador Internet Explorer: cualquier dirección del diario que se intentara cargar daba lugar al clásico mensaje de “no se puede mostrar la página”.

El típico consejo facilón ante un fallo como este, teniendo en cuenta sobre todo el programa implicado (el muy controvertido Internet Explorer), es el que sugiere “abandonar ese navegador y acostumbrarse a otro”. Sin embargo, la sugerencia es buena en parte, pues probar otro navegador sí resulta útil para delimitar el alcance del problema. Efectivamente, las páginas del diario se cargaban de forma correcta en Mozilla Firefox u Opera, e incluso usando herramientas como Wget para Windows (una potente aplicación basada en la línea de comandos para descargar archivos y construir peticiones HTTP), así como en otros perfiles de usuario del sistema. Había que averiguar qué tenía de particular la configuración de Internet Explorer en ese perfil concreto de usuario.

Se comprobaron los complementos cargados sin observar nada fuera de lo común. ¿Y la limpieza de cookies y archivos temporales? Esa habría sido la solución fácil para salir rápidamente del apuro, pero dificultaba la investigación del motivo subyacente. ¿Algún cambio reciente en la configuración del sistema? No, y de haberlo, ¿por qué tendría que afectar a un único sitio web?

Dada la falta de ideas, decidí capturar una traza de red. Algunos problemas de comunicación en red se entienden con más facilidad si se capturan paquetes, pero para exprimir su potencial hay que conocer al menos los protocolos habituales, aunque sea a un nivel básico. No obstante, el volumen de información puede llegar a ser considerable en función de la actividad en la red. Para controlar este volumen conviene que el programa de captura de paquetes ofrezca filtros de captura o de visualización.

Un famoso analizador de protocolos de red es Wireshark, antiguo Ethereal, multiplataforma y de código abierto. Yo usé la herramienta Network Monitor de Microsoft en su versión 3.2 (la versión 3.3 se ha publicado recientemente), que solo es compatible con Windows. Aislé los paquetes pertinentes y subí la captura a mi almacén de Windows Live SkyDrive: 20minutos.cap. Es fundamental la precaución a la hora de publicar capturas de red, ya que es comprensible que contengan contraseñas, cookies u otra clase de datos delicados que no deberían divulgarse alegremente, como nombres o direcciones que sirvan para saber cómo está organizada la red. Dedicaré otra entrada a analizar los paquetes de la captura con detalle.

La conclusión fue la siguiente: puesto que la cookie del diario 20 Minutos en el navegador había alcanzado una longitud aproximada de cuatro kilobytes, el servidor HTTP forzaba el corte de la conexión como medida de protección. ¿La solución? Cerrar todas las ventanas de Internet Explorer, entrar en el directorio de las cookies y borrar un archivo con un nombre parecido a <usuario>@20minutos[1].txt. Desde entonces, el navegador ya no enviaba la cookie problemática y las páginas del diario se cargaban sin inconvenientes.

FIN, FIN/ACK, ACK

2 thoughts on “Galletitas indigestas

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *