Segundas impresiones sobre el Kindle 2 y otras yerbas

Tras haberme leído Deepsix[1] entero, medio Analog SFF de enero de 2008 y un poco de Chindi, las dos últimas en inglés, tengo más experiencia con el K2 y mi admiración hacia el aparato no ha hecho más que crecer.

Contaré aquí esas nuevas experiencias e impresiones personales, y al final explicaré cómo se instalan los hacks en el K2.

Comprando Cauldron (La sexta parte de Las máquinas de Dios), del amigo McDevitt. Lo cierto es que las dos primeras novelas (y Odisea, la cuarta) están lo suficientemente bien como para que quiera leer la serie entera.

Siguiendo los pasos que nos da JaviJavier, me di de alta una tarjeta de regalo en Amazon y fui a comprar el libro, pero no pude. Amazon me decía que no podía venderme el libro por restricciones geográficas, es decir, por vivir y comprar desde España. Me cambié todas las direcciones de envío y facturación por la que me habían dado en MyUS, pero ni aun así tragaba.

Al final lo borré todo, tarjetas de crédito, direcciones, listas de compras, de deseos, todo, y dejé todas mis opciones en blanco excepto mi nombre y mi clave de acceso.

Tras ello pude comprar el libro (ya tenía la tarjeta dada de alta). Se ve que Amazon utiliza algún método heurístico para detectar el origen del comprador y yo tenía algún flag activado. Una vez elegido “enviar a mi Kindle con un 1 clic” me preguntó la dirección de facturación, puse la que me habían dado en MyUS y recibí el libro en Manage my Kindle, lo bajé al ordenador, lo metí en el K2 a través del USB y pude abrirlo y estuve hojeándolo un poco. Es decir, que funciona (ya lo sabía por la experiencia de JaviJavier, pero hasta que uno no lo experimenta no se queda tranquilo).

Así que ya sabéis, si no podéis comprar para vuestro Kindle, no os pongáis nerviosos. En caso extremo, dais de baja el aparato en vuestra cuenta, abrís otra con un correo genérico de Gmail o de Yahoo (siempre con terminación .com), esperáis un par de horas para que Amazon suelte vuestro K2 de la cuenta vieja, y lo dais de alta en la nueva. Así seguro que funciona.

Otra cosa que no he dicho porque la he dado por asumida es que no tiene hueco para poner una tarjeta SD ni de ningún tipo, tan sólo tiene almacenamiento interno, unos 1.4 GB libres, que dan para muchos libros pero no para muchos audiolibros o músca.

No tiene modo apaisado ni falta que le hace, lo que simplifica en gran medida el driver de vídeo y el software de usuario. No obstante, junto al menor contraste, a las fuentes fijas, al tema de los márgenes y de la carencia de modo de pantalla completa, quizás sea motivo suficiente para que no os guste. Vale, aceptamos pulpo como animal de compañía, pero creo que son males menores, o por lo menos son males menores si lo comparamos con las ventajas de la siguiente sección.

¿Lees en inglés? Si eres un zarpas y un torpón como yo lo soy con el inglés, pero te ves forzado a leerlo, ya sea porque tengas que leer literatura técnica (que no vas a poder en el K2) o porque quieras leer novelas que no han sido traducidas ni lo van a ser, el K2 es una grandísima ayuda.

En la entrada anterior expliqué cómo funcionaba el uso del diccionario. Funciona, funciona perfectísimamente, y todavía no he encontrado una sola palabra que no venga en él. El truco está en saber cómo mover el cursor. Si lo que buscas está cerca del final, pulsa hacia arriba varias veces, aunque al principio no lo veas, el cursor está ahí y aparecerá. Si lo que buscas está cerca del principio, pulsa hacia abajo. Si estás al principio de una línea y pulsas izquierda, subes al final de la de arriba. Y al revés. Os aseguro que es rápido, más rápido que con el iLiad y el DR1000 pese a ser táctiles, y desde luego que más que parar la lectura, coger el diccionario y buscar la palabra.

Sólo por eso ya vale la pena tener un K2. Prometido.

¿Que es inglés-inglés? Mejor, aprende a pensar en inglés cuando leas. Al principio cuesta, pero conforme vayas adquiriendo vocabulario lo agradecerás. Además, llegará un punto en el que escribirás inglés, no español traducido al inglés. Yo todavía no he llegado a ese nivel, pero tiempo al tiempo. Antes, cuando empezaba a leer en inglés iba muy despacio y torpemente, y seguía leyendo torpemente hasta el final. Ahora, al poco de empezar, me doy cuenta de que mi ritmo de lectura, sin ser el mismo que en castellano, se ha acelerado, y con la ventaja de tener el diccionario así a veces ni siquiera dejo de leer: mientras sigo leyendo llevo el cursor a la palabra que no entiendo y miro la definición, casi sin interrumpirme… Y además, estoy perdiendo la modorra y la falta de iniciativa a la hora de coger un libro en inglés frente a otro en castellano.

El salvapantallas tiene un montón de imágenes, y cuando digo un montón es un montón bien grande, todas ellas relacionadas con la literatura de alguna forma, y son muy bonitas y resultonas. No entiendo que haya gente que quiera cambiarlas por otras, pero supongo que siempre habrá quien quiera poner la cara o el culo de su novia, la de sus hijos o fotos de tías –o tíos- en pelotas.

Cada cual tiene su gusto.

Cuanto más pienso en el tema de los locations más me gustan. No puedo explicar por qué pero es así. La edición de La Factoría de Ideas de Deepsix tiene 340 páginas y 8734 locations, lo que hace unos 25 locations por página. Como las de los libros de esa editorial son grandes, y por el tiempo de lectura empleado, una medida más o menos estándar sería de 20 locations por página normal.

Hala, ya sabes qué relación hay. Cuando lea más libros, afinaré el cálculo.

Estoy usando el Calibre para formatearme y convertir los libros. Recuerdo que las primeras versiones daban un poquito de asco, pero las últimas están muy bien. Además, tienen una forma rápida de encontrar los metadatos de tu obra en internet, así como las portadas. La conversión, al menos de FB2 y PDF sólo texto a MOBI no está nada mal, y pese a ser una aplicación Java y Python, no anda mal. El programa es un poco asín, hay que entenderlo, pero una vez que lo haces descubres sus ventajas.

Así que ya sabéis, Calibre.

Instalar los hacks

Actualizar el firmware en USA es fácil: cuando hay una nueva versión se baja automáticamente a través de la línea telefónica del K2 y te pide que la instales. También está la forma manual, que consiste en dejar un fichero BIN en el directorio raíz, te vas a la configuración y abres el menú. Verás que te ofrece actualizar el firmware.

Ese fichero BIN es una combinación de datos, firmas, claves y CRC ampliamente conocida porque forma parte del sistema de boot primario del aparato, que es software libre, y por lo tanto crear un fichero de este tipo que cambie cosas durante la actualización es casi trivial. Lo que no es trivial es, evidentemente, qué cosas cambiar.

El genial Igor ha hecho un script que es capaz de empaquetar y desempaquetar una actualización, y es el script que otra gente está usando para crear los hacks, entre los que destaca el del cambio de fuentes (y podemos instalar muchas fuentes, aunque sólo una por vez) y el del salvapantallas. Aunque en su Web Igor dice que su herramienta no está testeada para el K2, hay gente que la ha usado para generar los hacks comentados. Podemos obtener el script aquí.

Instalar un hack tiene otra contrapartida: como te descuides e intentes una actualización oficial teniendo alguno instalado puedes conseguir un ladrillo en lugar de un K2, por eso es por lo que siempre que hay un hack, el creador genera un antihack, para que lo apliques antes de una actualización oficial.

Pero todavía hay otro problema: ¿Qué pasa si un hack sobreescribe algún archivo de otro hack? Sí, lo habéis imaginado, puede pasar cualquier cosa, desde un enladrillamiento, hasta una explosión termonuclear pasando por absolutamente nada, aunque lo más probable es que el primero de ellos deje de funcionar.

Existe una forma sencilla de sacar un K2 de un enladrillamiento suave, y es entrar en el modo de servicio después de haber puesto una actualización en el directorio raíz del sistema de almacenamiento. Para entrar en ese modo, se debe mantener presionada la tecla Home mientras el K2 arranca, y entonces aparecerá el citado menú, en donde se puede elegir la opción deseada. Parece ser que hasta ahora nadie lo ha intentado, o al menos eso es lo que se deja entrever de lo que he leído.

No obstante, en mi K2 V3.0.2, aparece otra pantalla que permite, en teoría, hacer lo mismo que nos cuenta Igorsk aquí, al final del todo pero antes de los comentarios, pero de nuevo nadie lo ha intentado.


[1] Edición pirata total. Lo siento pero cuando una editorial me engaña, lo hace una sola vez. Hace tiempo compré Odisea de Jack McDevitt que editó La Factoría de Ideas. En ningún sitio de la portada o contraportada se dice que es la cuarta novela de una serie de seis (de momento), sino que más bien se daba a entender que la novela era completamente independiente. Cuando empecé a leerla me extraño mucho la forma en que empezaba y busqué en internet. Cuando descubrí que había sido víctima de las desaprensivas prácticas de una editorial, decidí dejar de comprarles libros. Como ya tenía la serie empezada, busqué los cinco volúmenes en internet (los tres últimos en inglés) y me los baje. Primero los formateé para el HanLin, pero ahora los tengo en el K2 y los estoy leyendo (por supuesto sin ánimo de lucro alguno, de hecho, conforme los voy leyendo, los voy borrando). ¿Qué pasa, que las editoriales se pueden quejar y poner medios contra la piratería pero los lectores no podemos hacer nada ante las prácticas desleales de las mismas?

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