Luego de esa decisión, en realidad no sé si mi vida se fue al piso, o ascendió al cielo. Mejoró mi economía… empeoró mi stress. Aumentó la presión, la gente que levanta las manos y dice: “Hay que preguntarle a Fernando”. Pensé en algún momento que es posible para una sola persona desarrollar un sistema empaquetable de software, que cubriera las necesidades de la pequeña y mediana empresa en cuanto al control de la asistencia. Y ¡claro, se puede!, pero ¿cuál es el costo?…
Conté con todo el apoyo de la empresa: un Celeron de 900, con 512 de RAM. “¿Qué necesitas más?… primero, resultados…” ¿Dónde armo esa estructura necesaria para el desarrollo de software? ¿Cómo evito los vicios que se generan?
El cliente estaba ubicado a 500 km de donde yo vivía. Viajaba al lugar, desarrollaba en terreno, en mi oficina, en mi casa, en el día, en la noche… tenía acceso remoto a todas partes. Prácticamente no había diseño, se pedía la función, y en mi cabeza la diseñaba, la desarrollaba y la testeaba. Pero los usuarios siempre encuentran la manera de complicar la vida. Debía corregir, agregar funcionalidad, modificar otras… “no era así lo que necesitábamos”. Decían, se desdecían. Había nulo gerenciamiento. No soy para nada una persona muy ordenada, y eso no contribuía en nada al buen final que debía tener el proyecto… en fin.
Con el poco – nulo apoyo recibido por parte de mi empresa, logré estabilizar el software, y entregar las funcionalidades solicitadas y todas las que se le ocurrieron al cliente en el camino. Finalmente, y como suele suceder en este tipo de empresas, el cliente quiso contratarme, y luego de un año de ofertas, y viendo que mi situación actual, pese que había mejorado (ahora, me llamaban “jefe de proyectos”), podía ser mejor, acepté.
… y desgraciadamente, amigos míos… todo vuelve a empezar… ahora es un athlon 2800+, con 512 de RAM. Soy el que administra el firewall, el que administra el servidor web, el servidor transaccional, desarrolla el sitio web, software de uso interno, de comunicaciones. Hago SQL en el AS400 para tareas administrativas, y además, arreglo minilabs fotográficos Noritsu y Kis, y los G3 de Kodak. Y además, doy soporte a los usuarios. No tengo garantías por sobre el resto de los trabajadores, no hay capacitación… salvo la que sagradamente me proporciono yo mismo.
Bueno, las ganas están. El tiempo es poco, pero voy a comenzar con artículos simples, respondiendo preguntas recurrentes de los foros de MSDN.