Así se ve desde fuera:
Así se ve desde dentro:
Lograr que las cosas sucedan es el resultado de la intersección entre la oportunidad y la preparación. La oportunidad es un momento fugaz, una puerta que se abre brevemente en el vasto pasillo del tiempo. Sin embargo, estar preparado es lo que nos permite identificar esa puerta y tener la llave lista para abrirla. Prepararse no solo implica adquirir habilidades y conocimientos, sino también cultivar la perseverancia y la adaptabilidad. Cuando finalmente la oportunidad se presenta, aquellos que han dedicado tiempo y esfuerzo a su preparación son los que están listos para actuar con confianza y determinación. Es en ese preciso instante, donde el esfuerzo constante se encuentra con el momento adecuado, que las grandes cosas suceden.
No es solo suerte, es el fruto de un trabajo arduo y una visión clara, que juntos, crean las condiciones perfectas para el éxito.
Aunque he de confirmar que existe el factor X, el no nada mas sentirse llamado, sino saberse llamado.