Cuando manejas varios servidores Windows lo habitual es conectarse a través de escritorio remoto a éstos para gestionarlos. Con la propia licencia de Windows se incluye gratis la posibilidad de conectarse en remoto con usuarios que pertenezcan al rol de "Administradores" (un máximo de 2 a la vez) para poder gestionar la máquina como si estuviésemos sentados delante de ella. Esto mismo vale para las versiones cliente de Windows (como Windows 7 o Windows 8), así que yo por ejemplo me suelo conectar constantemente a mi equipo de sobremesa de la oficina cuando estoy de viaje o desde casa. Es cuestión de abrir un puerto en el cortafuegos y poco más. Las conexiones son encriptadas, es fácil de securizar y es un protocolo estable, sólido y con relativamente pocos problemas de seguridad.
Cuando te conectas mediante escritorio remoto a una máquina solo tienes dos opciones para dejar la sesión actual: desconectarte (que es lo mismo que cerrar la ventana del escritorio remoto) o cerrar la sesión.
No se ofrecen las opciones habituales de reiniciar y apagar el equipo, ponerlo en modo "sleep" y similares.
El motivo supongo que es que no apagues por error una máquina remota y que pierdas el acceso a la misma. Y es que si no hay nadie para reiniciarla tienes un problema grave.
Sin embargo existen muchas ocasiones en las que forzar un reinicio (o incluso un apagado) puedes estar justificado y ser necesario. ¿Cómo podemos hacer en estos casos?
Por suerte para nosotros, en el sistema operativo se incluye una utilidad para hacer precisamente eso.