Tanto se los he dicho que ya están empezando a darse cuenta de que realmente no entienden las necesidades del negocio. Al parecer ellos se meten en la programación desde chiquitos y el mundo se les achica tanto que no comprenden que hay compromisos asumidos y que el cliente está esperando el producto. Pero bueno, yo sigo explicándoles y varios lo entienden bien pero hay un par que verdaderamente no parecen estar muy convencidos.
Lo peor de todo este asunto es que cada vez trabajan más lento y cada vez peor. Yo no sé que les pasa. Justamente la semana pasada los reuní para hablar de este y otros temas pero no pude lograr mucho. Yo quería entender que era lo que les estaba pasando y en lugar de eso volvieron a salir los mismos temas de siempre; sobre todo el que “el código es un asco”.
Yo les dije: señores, al código lo escribieron Uds. no sé que puedo hacer yo al respecto. Es más, me dicen que aquello por lo que les he estado pagando todos estos meses, es un asco? Fue entonces cuando uno de los programadores me dice que en gran medida los problemas se deben la falta de tiempo para hacer las cosas bien y que esa falta de tiempo era debido a la cada vez mayor presión que yo ejercía sobre los plazos para entregar o mostrarle resultados al cliente.
Si si, parece increíble pero eso fue exactamente lo que me dijo. Y parecía existir cierto consenso por parte del resto en cuanto a ese parecer. Nuevamente les dije: señores, yo no sé cuanto tiempo requiere hacer tal o cual cosa y es justamente por eso que les pido una estimación para presentarle a los clientes. Lo que sucede es que una vez que se lo presento a un cliente, deja de ser una estimación para convertirse en un compromiso.
“Claro!” dijo Carlos, “lo que pasa es que muchas veces para cumplir con un compromiso uno tiene que resignar algo y ese algo se llama calidad”. Miren muchachos! –les dije – ¿qué pensarían Uds. si contrataran a un albañil para que les construyera una pared y él, para terminarla en plazo, la hiciese sin cimientos, cruzada, inclinada y llena de orificios?. Seria verdaderamente inadmisible ¿cierto?. Pero si es inadmisible en el caso de un albañil, en el caso de los programadores debería de ser mucho más aún. ¿No les parece? – pregunté.
———————————- Fin.