La pata de cabra…



No se por que, en los equipos de desarrollo en los que participo, mis dichos y redichos se van quedando. Siempre ha sido así. Algunos no pasan de ser tonterías, pero otros, de diferentes maneras acaban ayudando al desarrollo. La mayoría de la veces simplemente cumplen un cometido de transmitir conocimiento, o crear una especie de tensión (como el dicho que da título a este blog, que como ya conté iniciaba el proceso de realizar una build)


Una de las frases que últimamente se ha popularizado es: «Le voy a dar con la pata de cabra…». Todos hemos vivido esa situación en la que durante el desarrollo de software nos atascamos y no hay manera de seguir para adelante, de encontrar el error. Habitualmente para salir con el atolladero basta con levantar la cabeza de tu PC, interrumpir a unos de tus industriosos y concentrados compañeros de equipo y que este le eche un vistazo a tu código, para que al poco rato de con la solución al enigma que te tenia ocupado las tres ultimas horas.


El problema de esto es que a nadie le gusta interrumpir a la gente que esta concentrada y los desarrolladores siempre parecemos concentrados, aunque quizás solo estemos leyendo Geeks.ms en ese momento. Pero claro quien tiene el problema no lo sabe, se tienta la ropa antes de preguntar.


En esta situación, es cuando la frase comentada antes se ha vuelto de ayuda, cuando alguien del equipo dice algo como «Solo me falta darle con la pata de cabra…», aunque sea entre dientes, el resto del equipo, los que no están tan concentrados como parecen (nadie lo esta siempre), oyen esa llamada de auxilio y rápidamente se interesan por el problema de su compañero. Es curioso como algunas cosas que surgen de manera absurda se convierten en útiles.


De toda esta historia yo he extraído la siguiente conclusión: en los equipos de desarrollo es util un mecanismo, cuanto más ágil mejor, para que los miembros «ociosos» del equipo puedan saber que un compañero esta en apuros. Cual sea este mecanismo es irrelevante. Las ventajas con claras, nadie se desespera peleando horas con un problema de minutos, y lo que es mejor, no se molesta a nadie que realmente este en ese momento produciendo al 100%. Es curios como la frase en cuestión no es oída por nadie que este realmente metido en harina.


Otra historia es como se popularizo esta la frase … quizás algún día lo cuente.

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