"Están locos estos romanos", o "Un asunto de licencias" (I)

El otro día, hablando con mi tío Saltatrampas de esto y de aquello, y de lo de más allá, le surgió una duda bastante seria, duda que inmediatamente me contagió. Y como yo no puedo vivir con una espada de Damocles pendiendo sobre mi cabeza, me decidí a investigar sobre el tema.


Dada mi tendencia a divagar y a irme por los cerros de Úbeda, y aparte escribir con cierto afán demagógico y floriturado, no puedo evitar el hecho de envolver todo este asunto en flores odoríferas y fragantes (no diremos si el aroma es agradable o desagradable), aunque intentaré centrarme en los hechos. Vamos allá.


Una mañana te levantas alegre y dicharachero y decides ir a la tienda a comprarte un ordenador nuevo, puesto que el que ahora posees empieza a emitir tufillos de humo negro cada vez que escuchas a la Lola Flores (tampoco vamos a entrar a discutir si el hecho de que tu ordenador humee se debe al hecho de que no le guste reproducir a tan insigne cantante o a que ya tiene sus años y le cuesta eso de mover los bits). En nuestro mundo ideal, el tendero te atiende con una amplia sonrisa, tu eliges tu cacharro, lo pagas, y vuelves a casa con él bajo el brazo. En el mundo real habría ligeras variaciones. Como que te vas a gastar casi el doble de tu presupuesto («total, por 10 euros más tengo esto que es mejor»), o que habrás de esperar casi una semana a llevártelo. Pero bueno, estamos en un mundo ideal.


Ya en tu casa, contento y emocionado, desempaquetas, enciendes y descubres un ya olvidado «C:» con una cosita parpadeante. «¿Ein?», te dices.Joder, claro, se te ha olvidado comprar el sistema operativo. «Estás tonto, macho». Así que vuelves a la tienda.


Y es aquí donde las partículas subatómicas nos juegan una mala pasada y escinden el universo en dos sub-universos, cada uno de ellos con su línea temporal independiente. Como nosotros no somos dual core,pero tenemos la posibilidad de usar tablas, vamos a ver la secuencia en pseudoparalelo.












El de la tienda, que es un jodío de cuidado, te dice que ya no puede meterte una licencia OEM en la factura, que ésta ya está cerrada, por lo que tienes que pasar por caja comprando una Reail, que vale aproximadamente el doble. El tendero, que es una buena persona y entiende el tema («Pensaba que ibas a meter Linix», te dijo), modifica la factura y te vende una licencia del XP OEM, asociada a tu ordenador recién comprado.
Vuelves a tu casa emocionado con tu caja del XP, que sólo contiene un CD y un librito diminuto, aparte de unos papelajos en cartón que dicen «License». Como eres un prisas, despegas la pegatina del número de serie y la adhieres a la caja del PC. Vuelves a tu casa emocionada con tu sobrecito transpartente del XP, que sólo contiene un CD y un librito diminuto, aparte de otro más que dice «License». Como eres un prisas, despegas la pegatina del número de serie y la adhieres a la caja del PC.

Dado que los quarcks no son tontos, deciden volver a juntar las funciones de onda de las dos líneas espaciotemporales, para ahorrar tiempo de proceso y espacio en el continuum. 


Sacas el CD, lo metes en el lector, y reinicias. Mientras, te vas leyendo la licencia. Tu cara va cambiando de una amplia sonrisa a una no tan amplia para terminar bajando la comisura de los labios hasta conseguir un rictus de mala leche.


Bueno, no importa, te dices, todo eso son palabrerías de abogaduchos de mala muerte.


Terminas de instalar todas las cosas de tu ordenador. Te bajas las actualizaciones, metes todos los drivers, en fin, haces todo lo necesario para tener tu ordenador listo para funcionar. Y lo activas.


1.- Al cabo de dos días descubres que no va todo lo fino que debiera, de vez en cuando tienes una pantalla azul… Investigas y llegas a la conclusión de que te has instalado unos drivers del chipset de la placa base defectuosos… ¡Pero si eran los que venían en el CD! Pues nada, te bajas una nueva versión de la Web del fabricante, la instalas y detectas que hay algunos archivos que no se actualizan. La única opción que te queda es reinstalar Windows. Lo haces y ahora sí, ahora todo va como la seda.


2.- Pasan los meses y cambias la tarjeta de video por una más potente y mejor. Y te vuelve a ocurrir lo mismo que la vez anterior, teniendo que volver a instalarlo todo de nuevo.


3.- Te compras una PDA, instalas el ActiveSync y todo va como la seda, pero un día, mientras estás sincronizando se va la luz y ya no puedes volver a conectar, el ActiveSync se ha ido al garete nadie sabe por qué, y las reinstalaciones del programa no consiguen que éste funcione (es un caso real muy común). La solución es volver a reinstalar Windows.


4.- Compras un programa de terceros que te deja el ordenador echo unos zorros (léase Norton, Panda y similares). La única solución viable es la reinstalación.


5.- Como estás harto de que te pasen todas esas cosas, decides tener dos instalaciones del mismo Windows en el mismo ordenador, una en la que sabes que todo funciona correctamente y otra más en la que haces tus pruebas antes de tocar la anterior. Efectivamente, el sistema de Windows Update te deja tener dos copias instaladas de Windows en el mismo ordenador con el mismo número de serie, y el sistema de validación que determina si tu Windows es original funciona perfectamente.


6.- Ahora tus conocimentos de informática son bastante serios, tanto, que decides instalarte el Virtual PC o el Virtual Server, que Microsoft ofrece gratuitamente. Los instalas, y entonces te surge la duda sobre cómo van las licencias dentro de una máquina virtual. Buscas tu papel en el que está la licencia de uso de tu Windows y te lo vuelves a leer. Y descubres algo sobre instalaciones en equipos físicos, derchos de uso y garantías, pero nada sobre máquinas virtuales, equipos corriendo simultáneamente y cosas de esas, así que instalas tu copia de Windows en una máquina virtual, la activas (el sistema te deja), y luego la replicas todas las veces que quieras.


Y entonces llega Windows Vista. ¡Oh, qué bonito! Pero cobran una pasta por una licencia, aparte de que empiezas a leer por ahí cosas extrañas sobre el nuevo formato, que si sólo te van a dejar activar dos veces sobre el mismo equipo, o que si actualizas algo tendrás que volver a pasar por caja con el Sistema Operativo, y cosas así. Personalmente piensas que se trata de FUD (Fear Uncertainty Doubt), así que pasas de todo eso y esperas ardientemente que salga a la venta.


Pero en el ínterin tienes tus dudas, así que coges el teléfono, marcas el número de atención al cliente de Microsoft, y haces tus preguntas pertinentes… lo que te pone los pelos como escarpias. Tu preguntas y ellos responden… Las respuestas las veremos en el siguiente post de este blog.

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