Fucowski. Memorias de un ingeniero

No, no me he equivocado de blog. Esta entrada va aquí. A sones de Música en torno a la Capilla Real de José Herrando, y por un fallo en la carga del iLiad (es decir, se me olvidó ponerlo a cargar al mediodía y se está cargando ahora), me he leído el libro del asunto de esta entrada en el ordenador (con un monitor plano de 24 pulgadas, una fuente bien gorda, y despachurrado en el sillón no se lee tan mal).

El libro no es un libro normal, o al menos no muy común en estos tiempos. Pese a estar en ese formato, no son más que algunas entradas del blog homónimo, con cierta continuidad más o menos hilada. Quizás alguien haya leído algún pedazo por ahí.

No voy a comentar nada sobre él. Mejor que lo leas. Te lo recomiendo encarecidamente, y sólo tardarás un par de horas. Depende de qué lado estés, te gustará o no, pero seguro que no te deja indiferente.

A mi me ha encantado, por el desparpajo del lenguaje. Por los giros. Como este, que no tiene que ver con el tema:

Lib me pasó mi guitarra y dijo:
-Tócame algo.
Yo dejé la guitarra en el suelo, y me lo tomé al pie de la letra.

Por la forma de narrar. Por lo crudo. Por las metáforas. Por todo.

Me he partido de la risa, sobre todo con la escena de los huevos. Y no porque sea humorística, no.

Por otra cosa.

Hazme caso y échale un vistazo.

Léelo.

3 comentarios sobre “Fucowski. Memorias de un ingeniero”

  1. yo me lo leí, la verdad es que es bastante bueno, soy programador senior, vamos un novatillo empezando y eso, por ahora he tenido la suerte de no encontrarme en situaciones como las del libro 😀

  2. En el poco (muy poco) tiempo que estuve en una consultora de cuyo nombre no quiero acordarme y de la que ya me he escapado, tuve la oportunidad de ver por ejemplo a algún «Monchito». Y también algún «proyecto Bicicleta».

    Por suerte salí huyendo como alma que lleva el diablo.

    Eso sí, el libro es muy bueno. Y por desgracia, con más carga real de la que puede parecer…

  3. Yo también lo he leído y me siento bastante identificado con el. Por mis manos han pasado varios proyectos porche, he conocido monchitos y pijoskis y tengo en mi correo corporativo varios mails agradeciéndome el esfuerzo extra. Por desgracia para mi no puedo cambiar de trabajo con facilidad ya que vivo en una ciudad pequeña donde no abundan las empresas de este nuestro campo, asi que supongo que seguiré viendo estas cosas unas cuantas veces más.

    Solo para ejemplificar diré que en el último proyecto eramos los siguientes: dos comerciales,dos analistas, dos jefes de proyecto, un gerente de proyecto, un consultor y … Yo. Os podeis imaginar el circo

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