Creación de contenidos para los lectores de eBooks I (PDF)

Preámbulo

Voy a iniciar una serie en la que voy a describir cómo generar contenidos para los lectores de eBooks que poseo. [Nota para alguna empresa interesada: Hasta ahora mis comparativas vienen de la mano de los aparatos que obran en mi poder (y que he comprado con mi dinero). Si estás interesada en que evalúe tu producto, me regalas uno y yo me comprometo en firme a: 1) Usar tu aparato durante el tiempo suficiente para familiarizarme con él. 2) Realizar una comparativa por separado o junto a otros dispositivos semejantes. 3) Esa comparativa va a ser lo más independiente posible, es decir, aunque me lo hayas regalado, si considero que tu aparato es una mierda, así lo diré. También lo haré si resulta ser el mejor del mundo, el más bonito, el más todo. Tú arriesgas y decides.]

Los aparatos que tengo a título personal son:

· Irex iLiad. El primero de todos, sin la actualización de la batería.

· Booken Gen3. También el primero de todos.

· HanLin (Apolo, lBook, etc). La versión lBook con 512 MB de Flash interna (que no RAM).

· Samsung Q1. 60 GB de disco duro, 1 GB de RAM, Windows XP.

· Dell Axim x51v. Mi casi abandonada PDA, con pantalla VGA y acelerador 3D.

· PC. Quad, 4 GB RAM, 1 monitore TFT de 24, otro TFT de 22, una espuerta de discos duros (unos 3 TB en total). Vista Ultimate x64.

Sí, ya sé que son una buena cantidad, pero el iLiad y el Gen3 ya están amortizados teniendo en cuenta que cada libro que leo con cada uno de ellos amortizo 10 euros si no he pagado el libro y el 10% de lo que me costó si lo he comprado. Y con el HanLin ya han caído tres libros.

Al tajo

Últimamente no suelo crear muchos PDF ya que no es precisamente el formato idóneo para los lectores excepto para el iLiad, y con éste en general se suelen leer aceptablemente bien los que pueda obtener (y que suelen estar en A4). Para el Q1 es lo mismo, aunque la mejor forma de ver PDF con él es a pantalla completa con la hoja ajustada al ancho del aparato. ¿Que cómo vuelvo de la pantalla completa sin teclado? Pues aprovechando la utilidad que trae para asignar perfiles a los botones que están encima de los del ratón en la parte derecha (Easy Button Manager, activada a través del botón táctil UDF). La flecha izquierda me sirve para conmutar a pantalla completa y viceversa (mapeada a Ctrl-L), la izquierda para ajustar al ancho (Ctrl-2). Si necesito ajuste fino le doy al botón “Mouse” que está encima y rodeando al del ratón (en el lado izquierdo) y convierto a éste en un joystick. Para subir y bajar, he mapeado el botón de flecha arriba con Page Up y el de flecha abajo como Page Down.

En el PC no vale la pena que describa nada, y en la PDA no leo PDF.

Para el Gen3 y el HanLin el formato de página es de 9 cm x 12 cm y para el iLiad de 12 cm x 15 cm. Casi con eso bastaría.

Yo uso el Office Word con el parche para general PDF instalado, pero también vale el Word con alguna impresora virtual instalada, como CutePDF (que funciona en Vista y en x64 frente a PDFCreator, que es OpenSource pero que no furrula ni en Vista ni en x64).

Es decir, parto de un fichero DOC, RTF o HTML. Si diera la casualidad de que tu fichero está en PDF y necesites reformatearlo, quizás no todo esté perdido. Podrías usar el Acrobat (que vale una pasta) para exportar a DOC o RTF… Por mi experiencia, salvo que el documento sólo tenga texto, el resultado no suele ser muy útil y muchas veces lo obtenido es basura. Y encima el Acrobat traga memoria como un condenado (un PDF con 300 páginas de texto puede llegar a consumir 1 GB de RAM durante la conversión). Aunque siempre te queda la opción del Acrobat Reader y guardarlo como sólo texto.

Una opción que no he probado es a convertir el PDF en ficheros bitmap y luego escanearlos (y pasarles el OCR) con el “Office Document Imaging”. Quizás el resultado fuera útil.

Bueno, una vez que tenemos nuestro documento en DOC o HTML, el siguiente paso es seleccionar todo el texto y aplicar las siguientes propiedades (que se puede hacer casi de un tirón, al menos con el Word 2007):

· Tamaño de página: 9 cm x 12 cm para el Gen3 o el HanLin, 12 cm x 15 cm para el iLiad

· Márgenes:

o Arriba: 0,2 cm.

o Abajo: 0,5 cm. (para dejar hueco a la barra de estado del Gen3)

o Derecha: 0,5 cm.

o Izquierda: 0,5 cm.

· Encabezados: quitarlos y ponerlos a tamaño cero. Aun así, Word dejará encabezados y pies, que nunca he conseguido quitarlos del todo. Ignoro el motivo.

· Indentación de primera línea: 0,5 cm

· Alineación: Justificada.

· Fuente: Verdana o Calibri o Arial. La Arial es más compacta. La Calibri da una idea de ligereza.

· Tamaño del cuerpo del texto: 8 (se puede ajustar mediante “incrementar/decrementar tamaño de fuente, así se hace con todos los tamaños presentes en el documento de forma proporcional).

· Eliminar espacio antes del párrafo.

· Eliminar espacio después del párrafo.

· Interlineado: a 1, aunque a mí me gusta “exacto a 8”, pero entonces o bien pones todas las fuentes a 8 o bien luego tienes que recorrer todo el documento cambiando el interlineado allí donde la fuente sea mayor de 8.

En algún momento Word nos avisará de que nos hemos salido del área de impresión: ya lo sabemos, pero no vamos a imprimir, sino a visualizar, así que hay que decirle que no corrija nada.

Luego guardamos como PDF y listo. Si el texto final, una vez visualizado en el aparato, nos resulta demasiado pequeño (que puede ser, a mí siempre me gusta apretar todo lo posible el texto para pasar menos páginas, y no por el consumo del aparato, sino porque así tengo menos interrupciones en la lectura), siempre podemos aumentar el tamaño de la fuente a otros valores, así como el interlineado.

Y si también el texto final te resulta demasiado ancho, o demasiado aburrido ver tanta letra junta, siempre puedes aumentar los márgenes.

Truco para el iLiad: Este aparato es casi capaz de visualizar A4 si el tamaño de la fuente es medianamente grande; si no lo es, en apaisado (aunque la barra para pasar página quede arriba –hay parche para que quede abajo) se suelen poder ver. El problema viene si el PDF está en columnas (es un rollo el estar subiendo y bajando constantemente), pero en este caso también existe un parche para visualizar una columna detrás de otra. No los he probado, pero parece ser que ambos parches funcionan aceptablemente.

Pero si estamos generando contenido para el iLiad, la forma más rápida es crear un A4 con la fuente con un tamaño superior a 14 (para mi, idealmente, a 16) y el iLiad se encargará de hacer los ajustes de escalado. Si leer en el iLiad el texto te resulta demasiado ancho, puedes o bien ajustar los márgenes o hacerte el PDF a dos columnas, que es lo que yo suelo hacer.

clip_image002

El Gen3 mostrando una página formateada según lo explicado.

clip_image004

El iLiad mostrando una página formateada según lo mostrado, a doble columna. En este caso se ha dejado un espacio entre párrafos y la página es A4 con fuente a 16.

La falacia de que los lectores de eBooks no gastan batería si no pasas página

El que se afirme alegremente de que si no pasas página, un lector de libros electrónicos construido con eInk no gasta batería es mentira. Lo voy a demostrar de tres formas diferentes, la razonada lógicamente, la evidente por sí misma sin tener conocimiento alguno de electrónica y la práctica, aunque esta deberéis comprobarla vosotros en casa.

Lo que se quiere afirmar es que la pantalla de un lector de libros electrónicos no consume mientras no se pase página.

La electrónica

¿Qué es un iLiad, un Gen3 o un HanLin? Sí, me refiero a que son unos aparatos, pero esos aparatos traen una electrónica. ¿Qué es esa electrónica? Pues ni más ni menos que un ordenador chiquito. Para hacernos una idea, son equivalentes a una PDA o al cacharro que lleva encima el de UPS o el que toma la lectura de los contadores de la luz. Y no es una afirmación gratuita, lo sé porque les he instalado Windows CE a más de uno (evidentemente no a un lector de eBooks, pero sí a otros tipos de aparatos que al final suelen tener la misma electrónica).

Por tanto, un lector de eBooks consiste en una pequeña placa base de ordenador, una pantalla de algún tipo, una serie de botones y una batería para que todo el sistema funcione.

Esa placa debe llevar un sistema operativo igual que nuestros ordenadores… e igual que la mayoría de aparatos más o menos complejos, desde un reproductor de DVD o una televisión moderna, hasta un satélite espacial o un avión de combate. Y si alguno de estos aparatos no incorpora un sistema operativo conocido, seguro que los programadores han tenido que desarrollar una funcionalidad más o menos equivalente a uno de ellos.

Los lectores de eBooks suelen traer Linux como sistema operativo. Pero no es un requisito, de hecho integrar un Windows CE –y lo digo por experiencia- es mucho más fácil que hacerlo con Linux y, me vais a perdonar, seguro que funcionarían mejor, porque Windows CE tiene menos bugs en su código que Linux… No quiero entrar en detalles sobre este aspecto, pero os aseguro que es completamente cierto. Y el precio no es problema: El Platform Builder vale 800 dólares USA (Y podremos construir los sistemas operativos que queramos con él, por lo que sólo hay que pagarlo una vez), y cada licencia de CE, 4 dólares la última vez que lo vi.

Pero centrémonos en lo que nos interesa. Encima de ese sistema operativo el fabricante ha de crear un software que es el que nosotros, como usuarios del lector, vamos a ver y con el que vamos a interactuar.

Y luego están los libros en sí, que son ficheros que dicho software carga en memoria y visualiza por pantalla.

Por otro lado, la placa base de uno de estos aparatos debe contar, por lo expuesto hasta aquí, de al menos un microprocesador, un sistema de memoria de ejecución sobre la que se cargue el sistema operativo y las aplicaciones (totalmente equivalente a la RAM de un PC), y un sistema de almacenamiento secundario que contendrá al menos el sistema operativo y las aplicaciones. En general este sistema suele estar compuesto de algún tipo de memoria ROM moderna, como memorias flash NOR o NAND. También suelen tener otro tipo de almacenamiento interno flash para que guardemos nuestros libros (que a veces está compartido con la propia ROM del sistema; es decir, lo que sobra una vez grabado el sistema operativo es lo que tenemos disponible para nosotros, aunque hacerlo así es bastante peligroso para la integridad del aparato). Adicionalmente también suelen disponer de bahías para inserción de otros tipos de memoria (en general flash), como tarjetas SD, Compact Flash o USB.

Cuando nosotros encendemos nuestro lector ocurre lo mismo que cuando encendemos el PC: primero se carga el sistema operativo y luego las aplicaciones que usemos. En el caso que nos ocupa, sólo hay una aplicación, y es aquella con la que interactuamos para leer (que puede estar a su vez compuesta de más aplicaciones, pero nuestro control sobre éstas secundarias es completamente nulo). Eso gasta energía.

Finalmente está la pantalla. Tradicionalmente en los sistemas embebidos, este es el dispositivo que más energía consume de todos. Pero los chicos listos han conseguido un tipo de pantalla estático que sólo consume cuando se cambia lo que esté visualizando. Si nos fijamos, es el equivalente a las memorias flash (sean del tipo que sean): sólo gastan energía mientras se está leyendo o escribiendo sobre ellas, y cuando se corta la energía, mantienen su estado interno. Lo mismo ocurre con la pantalla, pero las pantallas son de solo escritura, es decir, desde el punto de vista del sistema operativo, en una pantalla sólo se puede escribir, no leer.

Resumamos un poco. Encender el aparato consume energía. Leer de la memoria interna o externa consume energía. Escribir en la pantalla consume energía. Mientras no hagamos ninguna de esas cosas, nuestro lector no consumirá energía.

Falso, falso como la falsa monea, que dice la canción.

¿Por qué? Pues porque hay un microprocesador que consume energía aunque esté en un bucle NOP. Porque hay una RAM (como la de los PC) que necesita que un reloj le dé pulsos para que no pierda los datos de ejecución (aquellos que se cargaron en esa RAM al encender el aparato y que hacen que cuando pulsemos un botón el micro ejecute código (que está en esa misma RAM) y pase de página). Suponiendo que los lectores lleven SRAM (que no necesita el refresco pero que es sensiblemente mucho más cara que la DRAM típica), siempre queda el consumo de mantener alimentados dichos chips. Consumiendo energía.

Podríamos argumentar que cuando no estamos tocando nada el microprocesador entra en estado de conservación de energía, igual que la RAM. Pero aun así, aunque se consuma menos energía, se sigue consumiendo algo. El procesador consumirá, menos, pero consumirá. La memoria, sea DRAM o SRAM también consumirá (y a veces hasta más que el microprocesador). También debe existir un circuito que despierte a la RAM y al procesador cuando toquemos alguna tecla, y ese circuito también consumirá energía.

Pero aquí tenemos otro problema: si el equipo está en suspensión, la recuperación desde ese estado requiere tiempo. Cuanto más profunda y ahorrativa sea esa suspensión, más tiempo (y energía) se consume para revivir la circuitería.

Resumiendo: los lectores de eBooks consumen energía aun cuando no los estemos tocando.

Puede que no sea mucha, pero resulta que las baterías que incorporan tampoco suministran mucha. Si le pusiéramos una batería de un portátil moderno a un lector es muy posible que nos muriéramos de viejos sin tener necesidad de recargarlo nunca, pero con las minibaterías que traen es necesario hacerlo periódicamente.

Por ejemplo, el iLiad no tiene control de energía. Las últimas versiones de firmware reducen la velocidad del procesador de 400 a 100 MHz, con lo que se ahorra algo de energía. Según el fabricante, la placa no soporta ningún modo suspensión, y por eso su batería dura tan poco… Podría ser cierto, pero lo más seguro es que el problema esté en el Linux, que será el que tenga problemas para suspender e hibernar, problemas que en general tienen todos los Linux, incluso los de los PC.

El Gen3 tiene un control exquisito de la energía, aunque yo más bien creo que, como el iLiad, tampoco puede suspender ni hibernar, sino que el fabricante de la placa ha hecho un inmejorable trabajo de optimización energética de todos los componentes electrónicos.

El HanLin tiene un modo de suspensión, supongo que total o casi total porque la comunidad dice que en ese modo la batería dura igual que apagándolo. ¿Cuánto tarda a reaccionar desde que apretamos el botón para volverlo a la vida? Recordemos esta pregunta para la última sección.

La práctica

Aquí sois vosotros los que tenéis que hacer la prueba; yo no lo he hecho pero estoy completamente seguro del resultado.

Una batería, si no está conectada a ningún lado, se va descargando sola. ¿Por qué? Por su resistencia interna, que aunque sea muy alta, va drenando poco a poco su energía almacenada (de hecho, cuando estamos usando una batería en un aparato, una parte muy pequeña de la energía que estamos consumiendo la está consumiendo la propia batería).

Ese ritmo de descarga es ínfimo, pero existe. La primera prueba sería coger una batería cargada al 100% y dejarla que se descargue sola. Anotar cuántas horas tarda (seguro que varios meses).

Ahora carguémosla y pongamos esa batería en nuestro lector, encendámoslo y dejémoslo, sin tocar, hasta que se apague. Midamos el tiempo. Comparemos. Me apuesto un gallinfante multicolor a que el tiempo de descarga es sensiblemente menor.

QED, que dijo aquél.

En mi iLiad el tiempo de descarga de la batería sin tocar el aparato es aproximadamente de unas dos horas más que estando leyendo constantemente en él (una página por minuto, más o menos).

La lógica

Dale al botón de encendido de tu lector y cronometra. Pasa de apagado (consumo cero) a encendido (consumo funcionando) en x segundos.

Pasa una página. ¿Cuánto tarda? Si no estuviera consumiendo nada (consumo cero) tardaría a pasar a consumo funcionando x segundos, y realmente tarda muchísimo menos (de hecho, el tiempo que tarda es el tiempo de cambio de pantalla, no de paso de energía cero a energía funcionando).

Ahora al revés. Si está encendido y no consume nada, ¿por qué tarda tanto tiempo a encenderse cuando está apagado? ¿No sería mejor que estuviera encendido siempre (en ese supuesto modo de consumo de energía cero) y cuando le diéramos al botón de encendido se activara (pasando de consumo cero a consumo funcionando)?

Pero no ocurre así, el iLiad pasa de estar apagado a estar encendido en más de un minuto. El Gen3 y el HanLin bastante menos, pero seguro que más que el segundo que tardan a pasar página.

La objeción obvia a esto es que no es lo mismo encenderlo que activarlo. Vale. Pero entonces ¿por qué no lo ha hecho el fabricante? Es decir, ¿por qué el fabricante quiere que encendamos el aparato en lugar de que lo activemos? La respuesta es obvia.

Hagamos una comparativa con una PDA (que es tremendamente similar a un lector de libros). Mi Dell Axim x51v tiene dos modos de apagado: el total y el de suspensión. Para efecto de lo que queremos decir, el modo de suspensión es equivalente al de encendido pero con la pantalla apagada. Pero sin embargo, en el modo de suspensión mi PDA (que tiene un control de la energía exquisito, con más de 6 horas de funcionamiento continuado estando encendida), al cabo de unos dos meses, si no la pongo a recargar, se apaga porque la batería se agota. Por lo tanto, si el modo de apagado de una PDA consume energía, el de un lector (que es una variante de una PDA), también. Si no fuera así, deberían existir PDAs que no consumieran nada estando en standy, pero no las hay.

Ahora pensemos en un PC. Pongámoslo en suspensión total (cuando se apaga todo y parece que esté apagado) y apaguemos también el monitor. Tenemos el equivalente de nuestro lector cuando no está haciendo nada y supuestamente estamos leyendo. Saquemos el cable de corriente del PC. ¿Qué ha pasado? ¿Dónde está la suspensión? Se apagó, ¿no? Perdimos el estado de suspensión, ¿no? Si ponemos el cable de corriente y le damos al botón de encendido veremos que el ordenador arranca normalmente y que ha perdido el estado de suspensión.

Por lo tanto, los modos de suspensión consumen energía. [En un Vista con suspensión híbrida no habríamos perdido nada, pero no porque haya conservado el estado de suspensión, sino porque con la híbrida también se hiberna, y la recuperación se produce desde la hibernación, no desde la suspensión. Además, esa activación también tarda sensiblemente más que si se hubiera levantado de una suspensión normal.]

Traslademos esto a nuestro lector de libros y veremos que aunque no estemos haciendo nada con él, si está encendido, está consumiendo.

Y si todavía no estamos convencidos, recuperemos la pregunta que hicimos cuando hablábamos del HanLin y su modo de suspensión: ¿Cuánto tarda a recuperar el estado? Y hagamos otra más: ¿Tarda igual que cuando pasamos página, o tarda más? La respuesta es que tarda bastante más. Por lo tanto, cuando está encendido está en otro modo de suspensión (caso de estarlo, que lo dudo) cuya recuperación es más rápida que esa suspensión en la que casi no gasta energía. Y si esa recuperación es más rápida es porque es menos profunda y por tanto está consumiendo más energía… Y si el HanLin es el aparato que mayor duración de batería tiene, eso quiere decir que los demás todavía consumen más cuando estamos leyendo.

HanLin V3 vs Gen3 vs iLiad

Tras la introducción de rigor sobre el HanLin, en esta entrada vais a encontrar una comparativa real, no basada en ningún tipo de afán comercial ni partidista, sino simplemente personal, dictada por la propia experiencia utilizando los tres aparatos de forma más o menos regular. En una futura entrada describiré cómo crear contenidos personalizados para los tres aparatos.

HanLin V3

El HanLin es un producto de la casa Jinke (parece que son chinos), y es el fruto final de varias versiones de lectores de libros electrónicos, no todos ellos construidos con eInk. Esta versión cuenta con pantalla del tipo Vizplex que se supone es más rápida y de mejor calidad que la normal o antigua (luego veremos cómo pienso que no es así). Tiene una pantalla de 600×800 del mismo tamaño que la del Gen3, ejecuta un Linux como sistema operativo y soporta los formatos PDF, DOC, WOLF, MP3, HTML, TXT, CHM, FB2, Djvu, PNG, TIFF, GIF, BMP y JPG; creo que es el aparato que más formatos de texto diferentes soporta (léase: texto), aunque al final viene a ser lo mismo que si no pudiera trabajar con tantos ya que la funcionalidad de algunos es meramente testimonial.

Por ejemplo, el formato WOLF es una chorrada inventada por el fabricante como formato nativo que no sirve para nada, ya que parece que simplemente son pantallas bitmap almacenadas una detrás de otra.

Lo interesante de este lector es que puede leer CHM (los archivos de ayuda de Windows y en el que vienen muchos libros técnicos electrónicos) y, sobre todo, FB2, que es un formato bastante decente basado en XML comprimido inventado por un ruso. Si el iLiad tiene PDF como formato nativo, el GEN3 el Mobipocket, en el HanLin el formato preferido debería ser FB2…

Como nota curiosa, no soporta Mobipocket ni de lejos; recuerdo que cuando compré el Gen3 me decidí por él en lugar de por éste porque no soportaba dicho formato, y yo tengo bastantes libros comprados bajo PRC. Considero que es una falta imperdonable, sólo medio satisfecha por el hecho de disponer del FB2…

No es táctil, pero trae bastantes teclas, entre ellas los números del 0 al 9 (dispuestos como si fueran del 1 al 10), algunas de ellas son multifunción (dependiendo de qué estemos haciendo tendrán una funcionalidad u otra), y tiene la ventaja de que se puede pasar página tanto con la mano derecha como con la izquierda. Cuenta con una especie de “menú inicio” al estilo Windows (muy, pero que muy simplificado), y todas las opciones traen asociado un número, que mapea directamente sobre el teclado, de forma que correr por los menús es bastante rápido.

Como siempre, el tema de la batería es el que más amollas levanta, aunque creo que en este caso la realidad está más cercana a lo que anuncian: tras dos días completos de encender, apagar, sacar y meter la SD (no piensen mal), jugar con las opciones, etc, sólo se ha agotado ¼ de la batería. Considerando que ésta está en su primera carga…

El paquete, comprado en Apolo XXI (por cierto, comprado un jueves, el viernes me pusieron un correo indicando que había salido por Seur, y el lunes lo recibí), trae, aparte del aparato en sí, unos auriculares, una funda bastante funcional que parece ser piel sintética, una bolsilla con dos tornillos extra para la tapa de la batería (todo un detalle), un destornillador para poner y quitar la batería, y el cargador. También trae una SD de 1GB (junto a un adaptador USB a SD) con 100 libros en castellano en varios formatos. Teniendo en cuenta que el aparato vale en la web del fabricante 300 dólares, añade transporte y quizás aduanas, el hecho de que no trae ni SD ni funda, el pagar 315 euros con portes incluidos no resulta, ni de lejos, tan caro.

Comparando, que es gerundio

Duración de la batería: parece ser que el HanLin es el que mayor duración tiene, luego viene el Gen3 y finalmente el iLiad, cuya duración es casi risible (parecida a la de mi PDA, una Dell Axim x51v). Con el Gen3, yo al menos necesito recargar cada tres o cuatro novelas de tamaño medio. Con el iLiad, pues a veces no puedo leer una por completo, y el HanLin, de momento, no lo he cargado, aunque por lo que veo, su duración es similar o superior a la del Gen3.

El HanLin tiene una ventaja sobre los otros dos: su batería es estándar, pertenece a un par de modelos de Nokia, por lo que cuando se estropee las posibilidades de sustitución de la misma son, en teoría, mejores. Y digo en teoría porque lo mismo cuando vayamos a comprarle una batería éstas ya estén descatalogadas… Al único que no se le puede extraer la batería de forma sencilla es al iLiad, que está cerrado con unos minúsculos torx. En los otros dos existe una tapilla cogida con un tornillo.

El tiempo de carga del Gen3 es absurdamente largo, el del iLiad es más o menos de tres horas. Desconozco el del HanLin, pero según la documentación la duración es similar a la del iLiad.

Peso: Por un estilo. El HanLin parece algo más pesado que el Gen3, y aquí no puedo compararlo con el iLiad porque éste es mucho mayor, aunque no existe mucha diferencia entre los tres. Me refiero a la relación relativa de peso cuando estás leyendo (en la que también interviene la ergonomía), no a su peso real.

Calidad de pantalla. Depende del visor que estemos utilizando. Tanto el HanLin como el Gen3 tienen 4 tonos de grises, el iLiad, 16, por lo que las cosas en color se ven mucho, pero que mucho mejor en éste último.

Pese a no ser Vizplex, el iLiad presenta una mayor calidad a la hora de presentar el texto, con bordes más suavizados y una mayor nitidez. Le sigue el Gen3, y el peor de todos es el HanLin. No tiene nada que ver con el tamaño de la fuente, ya que el iLiad presenta con una calidad acojonante las fuentes pequeñas, sean del tipo que sean. Sin embargo, el HanLin muestra algunas fuentes sensiblemente mejor que otras, mientras que el Gen3 difumina un poco algunas fuentes pequeñas. Es un tema un poco delicado, ya que también depende del formato de documento y la fuente contenida. También es un poco chorra, ya que en todos los casos cumplen sobradamente con su función, pero ciertamente si colocas uno al lado del otro enseguida ves la diferencia.

Velocidad de la pantalla. Pues depende del formato, pero para el mejor formato de cada uno de ellos la velocidad es aproximadamente la misma. Quizás el HanLin sea algo más lento, pero de forma casi indetectable.

Y aquí es cuando explico lo del Vizplex. Oficialmente se dice que este tipo de pantallas se ven mejor y son más rápidas que las antiguas. Ciertamente tienen un menor reflejo, pero sin embargo yo veo una especie de granillo (al estilo de la pulpa de los periódicos) que en las antiguas no se ve. La única ventaja real (quitando lo del brillo, que muy bien podría deberse a que el iLiad tiene encima el táctil) es que al parecer el Vizplex puede cambiar una parte de la pantalla sin problemas (es un decir, porque hacer eso va degradando la nitidez), por lo demás para mí la nueva es incluso peor que la vieja, ya que tiene menos tonos de gris.

Ergonomía. El HanLin sin lugar a dudas. Tiene más botones con más funcionalidades, se puede pasar página tanto con la mano derecha como con la izquierda, son muy fáciles de presionar (no como los del Gen3, que hay que tratarlas a martillazos), y la carcasa trae unas rugosidades parecidas a las del iLiad, que hacen que se pueda sujetar con más firmeza. El Gen3 recoge la mierda como un atractor, el iLiad algo menos y el HanLin ni siquiera se queda manchado por la grasilla de los dedos (mientras que el Gen3 rápidamente toma un aspecto de “cosa sobada” que hace que sientas vergüenza ajena).

El iLiad es táctil, y eso es una ventaja enorme, disminuida por la absurda y desesperante velocidad que tiene cuando estás toqueteando las opciones.

El Hanlin es para ambidextros, el Gen3 sólo permite pasas página con la derecha y el iLiad con la izquierda. La ventaja del HanLin es evidente: cuando se te canse una mano, lo coges con la otra, y si lees en la cama, puedes tumbarte a ambos lados. Los botones para pasar página del Gen3 son absurdamente duros (yo suelo pasar página con un pedazo de pinza de madera), y el del iLiad (que es una tira larga que actúa como un balancín) es tan suave que a veces toma la segunda funcionalidad (pulsación sostenida) y te pasa 10 páginas de un tirón.

En los tres el acceso al cargador y los cascos es, sencillamente, una mierda. En todos es por abajo, con lo que no te lo puedes apoyar en el pecho o la barriga para leer y el iLiad encima cuenta con un absurdo pinganillo de cuarto de quilo bastante…, bueno, digamos que absurdo. Tanto el HanLin como el iLiad se pueden usar mientras se están cargando. El Gen3 no.

El Gen3 tiene la mayoría de sus botones en el canto… y a veces los tocas sin querer (y estos están blanditos, en contra del de pasar páginas). El de encendido del Hanlin (situado arriba) está escondido y es bastante difícil de presionar accidentalmente, mientras que es muy fácil apagar el Gen3 accidentalmente. El iLiad trae un pulsador desplazable para encender y apagar, y también es enormemente difícil pulsarlo sin querer.

Fundas. Aquí hablo de las que vienen con el producto o son las oficiales.

El iLiad trae una especie de saca de tela con un tirante para colgarlo del hombro y con un lado endurecido para que pongamos la pantalla hacia él. Sólo sirve para guardarlo, y para leer hay que sacarlo.

El Gen3 trae una funda que dice ser de cuero y es de polipiel sintética (que es casi idéntica al cuero, con el tiempo se descascarilla igual, etc.) con unas terminaciones bastante toscas allí donde han querido tapar las costuras hechas de forma chapucera (como el agujero para el botón de pasar páginas)… Es muy gruesa y mullida, pero si ya es difícil de pasar página sin ella, con ella todavía cuesta más, ya que al ser tan gruesa el botón queda demasiado oculto y o bien tienes que apretar con la uña (con lo que marcarás el borde plateado del botón) o usar un pedazo de pinza de la ropa como hago yo. Si no utilizas algún complemento, terminarás con dolor de dedo y/o uña de la fuerza que tienes que hacer.

La del HanLin es la más funcional. No dice que sea de cuero, y no lo es, pero es mucho más blanda y fácil de llevar hacia atrás la tapa que con la del Gen3 (y sin embargo conserva la dureza cuando está cerrada). El aparato va sujeto mediante una grapa metálica forrada de tela (un poco chapucero), pero tiene la ventaja de que no tapa para nada el frontal del aparato y por tanto es casi como si no estuviera; la desventaja es que es un poco difícil de quitar y poner y si no estás al loro el aparato se puede desplazar hacia la izquierda y medio salirse de la misma.

El acceso al puerto USB y cascos en el Gen3 con la funda puesta es toda una odisea, y la mejor forma de abrir la tapa es sacándolo de la funda, con lo que al final terminas apretando sin querer todos los botones laterales del mismo. El HanLin trae una pestaña que hace que abrir la tapa sea trivial.

Tiempo de encendido. El peor de todos es el del iLiad. Luego le sigue el Gen3, y el más corto de todos es el del HanLin, que encima tiene un apagado de espera que según dicen por MobileRead no gasta la batería… Además, el HanLin, si está en standby y metemos una SD, se enciende solo.

UI. Para gustos, los colores. Por funcionalidad, la mejor es la del HanLin, que trabaja en conjunción con los botones numéricos y opera con directorios, seguida de la del iLiad, que también soporta directorios pero tiene una funcionalidad un poco más abstrusa, frente al Gen3 que sólo presenta de forma secuencial los libros, estén donde estén. El HanLin presenta 8 títulos por pantalla, el iLiad 6 y el Gen3 tiene tres formatos: 5, 10 ó 20, aunque esta última es casi inusable, ya que no tiene sitio para mostrar casi nada.

Desde mi punto de vista, todos carecen de funcionalidad, tienen muy pocas opciones configurables pero en general sirven para su propósito: leer. Pensemos que un libro en papel trae menos configuración.

Actualizaciones. Aquí los tres pecan de lo mismo: pocas. El peor de todos es el iLiad, que pese a traer soporte para audio, el software original no está preparado para tocar música (y menos mal, ya que si encima lo ponemos a sonar no sé cuánto duraría la batería). Lleva varios meses sin actualizarse, y la última versión es la 2.12. Todavía está verde en cuanto al soporte de Mobipocket, ya hemos dicho que no soporta audio, pero en general lo que funciona, funciona.

El Gen3 va por la 1.1, y todavía no puede borrar ficheros (no creo yo que sea demasiado difícil de añadir), y en general el Mobipocket funciona, pero el PDF suele colgarse o reiniciar el aparato bastante a menudo.

Tanto el Gen3 como el HanLin se actualizan de forma oficial desde la SD, el iLiad es necesario conectarlo al servidor del fabricante lo que es un poco delicado, porque cuando falte éste se acabó lo que se daba. (Pero tiene una opción no oficial de actualización mediante Compact Flash).

El que más actualizaciones trae es el HanLin, que va por la 1.27 y con cada nueva actualización trae más cosas y funcionalidad. También se pueden cambiar opciones de forma muy curiosa: pones en la SD unos ficheros, te vas al menú y aprietas la tecla adecuada y, por ejemplo, has cambiado la fuente del sistema o las pantallas de encendido y apagado.

Modificación. Los tres ejecutan Linux como sistema operativo, por lo que en teoría a los tres se les podría meter mano, aunque no es así.

El iLiad es el que más facilidad tiene para el homebrew, de hecho incluso han añadido cosas de las versiones hechas por la comunidad a las versiones oficiales. Es tremendamente sencillo de añadirle cosas: solicitas vía web la opción de desarrollo, actualizas y listo. Ahora podrás ver y lanzar programas desde la SD, la CF o el USB. De hecho, existe una amplia comunidad de desarrolladores para el aparato. Existe software de agenda, de ajedrez, para tocar música, para ver otros formatos, sustitutos de los visores por defecto, etc.

El siguiente es el HanLin, que teóricamente tiene un SDK (que me he bajado) pero que nadie sabe cómo usar y el fabricante no responde a los mensajes… Actualización (18/07/2008): Mirando por aquí y por allí resulta que el HanLin no tiene homebrew… ¡tiene todo un sistema operativo realizado por la comunidad! Podéis echarle un vistazo aquí, aunque yo me esperaría un poquito ya que de momento están preprando modificaciones al kernel y a las librerías necesarias para tener el sistema en marcha. Además, de momento sólo es compatible con la versión de 64 MB, no la más moderna que se está vendiendo ahora.

El Gen3 está violando la GPL, ya que no ha expuesto el código fuente. Se escuda en que es el fabricante del hardware el que no le da el código (yo creo que es mentira), y su Shell, el Boo reader, también viola la GPL porque está enlazado estáticamente con bibliotecas GPL… El tema está candente y creo que lo han denunciado a la FSF; las investigaciones van lentas ya que la gente está esperando la apertura del código… aunque de momento ya se conoce al fabricante y el modelo de la placa que lleva.

PDF. Este formato está soportado por los tres aparatos. En el que mejor funciona de todos es en el iLiad, que hace un trato exquisito del mismo, pese a las pocas opciones que trae, y es el formato que yo llamo “nativo” para el iLiad. Lo muestra casi todo, no suele colgarse ni reiniciarse, aunque a veces es demasiado lento con ficheros complejos (léase Scientífic Amercian y en general cualquier cosa que lleve muchos gráficos). El renderizado de las fuentes es exquisito, aunque la forma apaisada deja el pasador de página arriba, con la dificultad inherente cuando queramos avanzar o retroceder una. Trae un paginador abajo del todo, por el que podemos desplazarnos de forma rápida.

El HanLin tiene un bug escandaloso en este formato (y que encima está sin solucionar desde el principio): separa las palabras como si fueran palabras diferentes, lo que resulta bastante turbador cuando estás leyendo. Además, como pases varias hojas de golpe (pulsación lenta de la tecla de avanzar página), la pantalla se corrompe. No trae paginador, y la única forma de ver por dónde vas es abriendo el menú. Desde mi punto de vista, el PDF es inservible en este aparato, ya que aparte de lo dicho, sólo puede hacer un zoom sobre el texto y verlo de forma apaisada.

El Gen3 también trata de forma exquisita el renderizado de las fuentes, pero como el PDF traiga alguna imagen, termina reiniciándose o colgándose…

Ninguno de los tres soporta el modo reflow, y es absurdo que no lo hagan, ya que mi PDA sí que lo tiene…

Mobipocket. El HanLin no soporta este formato. Es el nativo para el Gen3, que hace un uso exquisito tanto del renderizado como de las opciones (fuentes, tamaños, autoscroll, etc). Su apertura es casi instantánea, rápido como él solo. Trae una barra de desplazamiento que indica más o menos por dónde vas en la lectura. Lo que echo de menos es que no permita un interlineado inferior al 100% para que quepa más texto en una página. Funcionan los diccionarios, pero es toda una odisea seleccionar la palabra, ya que te tienes que mover con las teclas del cursor.

El iLiad, aunque soporta este formato, lo hace de una forma tan chapucera que apenas resulta útil. Tarda más de un segundo a pasar página, una infinidad a cargarse y carece de opción alguna salvo el tamaño de la fuente… Aunque podemos seleccionar una palabra de forma directa con el táctil para verla en el diccionario, el funcionamiento de éste es tan lento que resulta, a mi modo de ver, inservible.

TXT, HTML. El visor para éstos en el iLiad es el mismo que para el Mobipocket: inservible.

El Gen3 visualiza estos formatos con el mismo visor que el Mobipocket, por lo tanto su tratamiento es exquisito y trae las mismas opciones, aunque a veces se me ha colgado alguna vez con el HTML.

El HanLin los visualiza bastante bien siempre y cuando el HTML no esté muy sucio, pero incluso presenta adecuadamente bien el HTML generado con Word, que no es precisamente una belleza. Trae una fuente por defecto bastante fea, pero que se puede cambiar de la forma descrita más arriba, pero apenas trae otra opción que no sea el zoom o el modo apaisado.

RTF, DOC, WOLF. Sólo los soporta el HanLin, y el funcionamiento es igual que con el TXT y HTML. Del WOLF mejor no hablar, parece que es una secuencia de bitmaps encadenados con ninguna opción.

FB2, CHM. Es el nativo para el HanLin y el que más opciones tiene. Aunque el renderizado de las fuentes no es el óptimo, tampoco está mal. Se puede cambiar su funcionamiento colocando una carpeta llamada crengine en la SD y poniendo dentro un fichero XML con las nuevas opciones y fuentes (ya explicaré cómo hacerlo en alguna entrada futura). El contenido se puede generar con el Book Designer, un software ruso bastante bueno y gratuito para la creación de eBooks. El único inconveniente es que la apertura de este formato en el HanLin es un poco lenta.

Al iLiad se le puede añadir estos formatos, pero funciona tan lento (hasta tres segundos o más para pasar página), que es inusable.

Resumiendo

Bueno, si has llegado aquí es que te interesa de verdad el tema. Habrás visto que más que elegir un modelo por sus características intrínsecas, lo mejor es que primero pensemos qué formato vamos a leer con mayor asiduidad y luego elegiremos el aparato de acuerdo a ello.

Si nuestra decisión es el Mobipocket, el Gen3 sin duda, pese a estar violando la GPL. Si nos decidimos por el PDF, la mejor opción es el iLiad, aunque si sólo vamos a tratar con texto y no necesitamos una pantalla grande, el Gen3, pese a sus cuelgues, tampoco está mal. Con el iLiad podremos ver A4… no muy fácilmente pero lo veremos. Con los demás es casi imposible.

Finalmente elegiremos el HanLin si nos gusta el FB2 (que es un formato un poco desconocido), o si queremos disfrutar de la mejor ergonomía posible (que no es poco). También es una buena opción si necesitamos ver cosas en DOC y RTF (de hecho, la única opción), así como TXT.