El Algoritmo del Avestruz en SharePoint

Haciendo una revisión de la arquitectura de un par de sistemas bastante grandes de SharePoint en las últimas semanas me he acordado de un momento a otro del «Algoritmo del Avestruz» («Ostrich Algorithm», la traducción no es muy difícil en este caso) y me he estado preguntando si estamos llegando al momento de tener que implementar este algoritmo en nuestro servidor favorito.

En el mundo de IT y computadores en donde vivimos, el Algoritmo del Avestruz es una estrategia para ignorar problemas potenciales basándose en la premisa de que serán extremadamente raros (tomado de la definición de la Wikipedia, http://en.wikipedia.org/wiki/Ostrich_algorithm) . Esto asume que es mucho más efectivo desde el punto de vista económico permitir que el problema ocurra que intentar prevenirlo. Este es un algoritmo utilizado para trabajar con puntos muertos en programación si se considera que el impase será muy raro y el costo para prevenirlo muy alto.

En realidad el nombre y la definición del algoritmo estaban metidos en algún rincón olvidado de mi memoria, almacenado allí en alguna de las innumerables y aburridoras lecciones de diseño de sistemas operativos en interminables tardes de estudio, hace ya más años de los que me quiero acordar. El algoritmo es utilizado en sistemas operativos, por ejemplo, para chequear el riesgo de que el sistema deje de funcionar porque un programa está pidiendo demasiados recursos (de CPU o memoria, por ejemplo). En este caso, el algoritmo primero le pregunta al programa cuantos recursos piensa utilizar, lo compara con los recursos disponibles en el sistema y los que serán necesarios para los otros programas que están ejecutando y toma algunas decisiones; una de ellas puede ser decidir que el problema podría ocurrir, pero no es muy probable que suceda, «meter la cabeza en un hueco» y hacer como si el problema no existiera: el Algoritmo del Avestruz.

Volviendo al cuento de SharePoint y de los proyectos que comentaba anteriormente, una de las cosas que estaba revisando eran los «casos de uso» (paginas y paginas y paginas de documentación describiendo las diferentes formas en que usuarios podrían interactuar con el sistema, mi trabajo es a veces mas aburridor de lo que estoy dispuesto a reconocer), tratando de buscar los puntos flacos, de identificar posibles problemas y dándoles una «calificación» basada en diferentes aspectos (que tan frecuente va a suceder, que tan difícil va a ser para el sistema manejar la situación, que tan grande es el riesgo que el proceso corre, etc). Y de repente me di cuenta que estamos construyendo sistemas de SharePoint que son tan complejos, tienen que funcionar con tantas variables conocidas y desconocidas, que es prácticamente imposible de abarcar todos los casos de uso y sus posibles consecuencias.

SharePoint ya no es más el depósito de documentos que usábamos hace algunos años. Tampoco es la herramienta divertida que le deja crear nuevos sitios a usuarios sin tener que rogarle a programadores y administradores de sistemas por meses. SharePoint se ha convertido (o se está convirtiendo) en el centro estratégico donde se recopila toda la información de la empresa, se permite manipularla, modificarla, comprobarla, presentarla en pantalla en mil y una formas diferentes… el sistema que se está comunicando con todos los otros sistemas básicos en la compañía y que no solo les pide información, sino también que los controla y maniobra para que funcionen de una manera apropiada. En resumen, SharePoint está pasando de ser el depósito de información a el cerebro que no solo mantiene el conocimiento sino que también toma las decisiones.

Y revisando los casos de usuarios de la historia que les estaba contando, a muchos les vamos a tener que aplicar el Algoritmo del Avestruz irremediablemente. No porque no queramos hacer un sistema excelente, sino porque será practica y económicamente imposible solucionar todos los problemas a los que nos enfrentamos con sistemas de este tipo; si además le agregamos la variable humana, 70, 80, 100 mil usuarios interactuando con el sistema, cada uno en su forma particular de trabajar con computadores e información, de buscar formas diferentes para realizar el mismo trabajo, de intentar, probar y rebuscar, le agregamos aun mas complejidad al problema…

A veces, cuando me meto (o me meten, como en este caso) en problemas de esta magnitud, me dan ganas de aplicarme el Algoritmo del Avestruz a mí mismo, meter mi cabeza en un agujero y dejarla metida allí hasta que algún otro solucione el problema…

Gustavo – http://www.gavd.net
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2 comentarios sobre “El Algoritmo del Avestruz en SharePoint”

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