Como fracasar con éxito

Recuerdo que llevábamos varios meses encerrados en una de las habitaciones donde vivía con un par de amigos, con la intención de desarrollar software de gestión, apoyados por una pequeña empresa que quería comercializar el producto, ninguno de nosotros cobraba sueldo alguno y manteníamos un estricto horario, similar al de cualquier otra empresa, teníamos el sueño de que algún día podríamos ganar lo suficiente como para establecer una empresa que nos permitiera vivir cómodamente, el trabajo se hacía cada día más duro, pues, además de no contar con ningún incentivo, a final de cada mes, debía asumir algunos gastos derivados de nuestro trabajo, teléfono, gasolina, luz, etc.. La empresa interesada en el producto, nos surtía de material y un poco de equipamiento, algún router para la red, material ofimático y otras cosas. Al cabo de casi un año de trabajo, uno de los compañeros se fue a realizar el servicio militar y nos quedamos solo dos, encontramos la posibilidad de alquilar un local, para nosotros era prácticamente impensable, ya que no disponíamos de ningún ingreso, pero el alquiler era muy bajo y buscábamos la independencia de un lugar para trabajar más concentrados, el local era simplemente una habitación sin ventanas de unos 12 metros cuadrados ubicado en la parte baja de un edificio, decidimos arriesgarnos y sacar la licencia fiscal para poder vender software y equipamiento informático, pensamos que con que lográsemos vender dos o tres equipos al mes y algún programa, podríamos pagar el alquiler y tendríamos lo suficiente como para poder continuar con lo que verdaderamente nos gustaba, desarrollar software, fue curioso como, primero a través de un amigo nos compraron un equipo, luego otro y otro. En poco tiempo las ventas fueron incrementándose, aunque seguíamos sin un nivel de beneficios aceptable, ni siquiera sacábamos lo suficiente para asumir un sueldo. Aun con estos problemas y debido a la ilusión que teníamos por nuestra empresa, decidimos arriesgarnos y alquilar un local más grande de cara al público, solicitamos un préstamo avalados por nuestros padres y comenzamos nuestra primera aventura empresarial.

Lógicamente los gastos se dispararon, tuvimos que contratar a alguien que estuviera permanentemente en la oficina y asumir diversos impuestos y costes derivados de la actividad, acondicionamiento del local, luz, teléfono, etc., así que empezamos a salir a la calle en busca de empresas que nos permitiesen aumentar nuestros ingresos, el camino fue muy duro, establecer una simple entrevista era muy complicado ya que normalmente preferían empresas conocidas o consultoras con mayor experiencia, la mayor parte de los empresarios no veían valor añadido al desarrollo de software, preferían un paquete estándar en el que el coste del software fuese menory habitualmente descartaban cualquier tipo de desarrollo que pudiera aportarles mayor valor. Por el medio, intentamos un poco de todo, desde dar cursos de formación a empresas o cualquier colectivo, hasta llegar a acuerdos comerciales con otras entidades del sector y colaborar en el desarrollo de sus aplicaciones.

Los clientes entraban en la tienda con el fin de informarse sobre los costes de un ordenador personal y demandaban al mismo tiempo que les instalásemos todo el software necesario, (sistema operativo, paquete de ofimática, antivirus, etc.), por supuesto totalmente ‘gratis’, yo me indignaba con esto, pues la mayor parte rehusaban a realizar la compra en nuestra empresa debido a que otras, les ofrecían estos servicios de “valor añadido”.

Recuerdo que yo entonces era un “soñador”, soñaba con tener una empresa, con trabajar duramente y en pocos años, aspiraba a vivir cómodamente, cuando me hablaban de dinero yo les respondía que para mí no era importante, que el dinero era lo de menos, el dinero ya vendría después del trabajo, nunca me preocupo especialmente. Después de un tiempo, me di cuenta de que la empresa había tomado un camino muy distinto del que tenia planeado, nos habíamos convertido en una empresa de informática habitual y habíamos dejado de lado el desarrollo de software, lo único que podría diferenciarnos y aportarnos valor. Finalmente después de un tiempo y muchos problemas, abandone la empresa.

Este fracaso, me permitió más adelante, reflexionar sobre los errores que cometí.

Cuando conformamos la empresa no teníamos una idea clara del negocio, teníamos una idea general, pero no contábamos con un proyecto claro, ni siquiera con un pequeño estudio de mercado, nos lanzamos con un desconocimiento total, carecíamos de un plan estratégico, no teníamos un sector determinado al que atacar, ni una idea clara que seguir, tan solo, hacer lo que fuera para subsistir y luego, dependiendo de la situación que alcanzásemos, tomaríamos posteriores decisiones.

En principio, la idea era desarrollar software de gestión y más adelante, aprovecharlo para realizar algún vertical. Desarrollamos un programa similar a otros que ya existian en el mercado y que, aunque no era tan completo como el nuestro, cumplía con los objetivos básicos y logicamente al ser mas sencillo también era mucho más barato.

Destinamos la mayor parte de los recursos a desarrollar el software y posteriormente intentamos comercializarlo. Este fue uno de los mayores errores que cometimos, realizamos un producto, sin analizar el mercado ni a la competencia, sin recursos económicos, sin un sponsor, asumiendo que, como nuestro software sería mucho más completo que los demás, se vendería sin problemas. Es decir, primero producimos el producto y posteriormente intentamos comercializarlo. Al cabo de unos años y debido a este fracaso, deducí que lo mas adecuado seria invertir el orden, “vender y luego producir”, curiosamente el sistema LEAN se basa en una idea similar, fabricar en base a la demanda, es decir ‘vender antes de producir’.

No teníamos un plan comercial viable. Contar con un estudio de mercado, para atacar a sectores en los que la competencia no estuviera presente, hubiera sido mucho más inteligente que intentar competir con un producto que ya existía en el mercado contra empresas solventes, mucho mejor posicionadas que nosotros, en un mercado que dominaban desde hacía algunos años. Estoy convencido de que si hubiéramos dedicado un poco de tiempo a estudiar y analizar en detalle el mercado, podríamos haber llegado a tener una idea clara de negocio, posteriormente lo pude ver claro con empresas que triunfaron, porque orientaron sus desarrollos a hacer programas de gestión a Concesionarios, Hoteles, Abogados, Dentistas y otros sectores que no disponían de ninguna solución de software.

El desconocimiento del mercado hizo, que cuando terminamos el desarrollo, nos encontramos con que la mayor parte de nuestros posibles clientes, se había decantado por otros productos más sencillos y baratos. La competencia opto por hacer todo lo contrario, desarrollo un producto sencillo que no requiriese mucho tiempo y lo puso en el mercado un precio mucho menor, de esa manera, comenzaba a retornar parte de la inversión y poco a poco iban aumentando la funcionalidad, además, sus clientes se convertirían en usuarios potenciales de sus versiones más avanzadas que habitualmente tenían precios mucho más elevados. Esto les aporto feedback para mejorar sus versiones, ‘me acuerdo de Scrum con las entregas continuas de software…’, la penetración era mucho más rápida, porque al cliente no le importaba desembolsar un poco de dinero por el software y posteriormente si sus requerimientos aumentaban podrían ampliar a versiones más avanzadas, todo esto, hizo que en poco tiempo nuestro producto fuese menos competitivo. La estrategía comercial de nuestros competidores fue mucho mas acertada.

Los programas que realizaba la competencia, cubrían tan solo aspectos básicos que la gente necesitaba, la mayor parte de los clientes empezaba a trabajar con computadoras personales con lo que un programa muy complejo hubiera fracasado. Nos ocurría a menudo que cuando alguien veía nuestro programa comentaba: ‘es excelente, pero tiene demasiadas opciones…’, a mi no me hacen falta tantas, nunca modificare un informe, no sé si podre manejarlo. Resulto que nuestro mercado, no estaba preparado para un producto tan complejo. Nos olvidamos de estudiar los requerimientos de los clientes, en lugar de esto, intentamos hacer un programa que cubriese todas las necesidades existentes, esto hizo que nuestro producto fuese mucho más complejo de entender y manejar.

Nos olvidamos de evaluar el tiempo de desarrollo, el tiempo es un factor determinante, el desarrollo duro más de dos años, en este periodo, la competencia se hizo con un mercado potencial de clientes muy grande y que mas adelante fue imposible de recuperarar, la mayoria ya se había habituado a su uso, y nuestros competidores iban incrementando la funcionalidad en base a la demanda de los clientes.

Como necesitábamos dinero para mantener la empresa y no logramos que el software desarrollado se vendiese como queríamos, intentamos buscar una empresa que estuviera interesada en comercializar el producto, viajamos a Madrid y se lo ofrecimos a varias, la mayoría rehusaba, pues ya contaban con algún producto que si ser tan completo, conocían perfectamente y les resultaba fácil adaptarlo a las necesidades de sus clientes, aunque hubo un par de ofertas serias de compra que pasaban por hacerse con todo el código fuente y controlarlo completamente. Las ofertas fueron de bastante dinero, pero no quisimos renunciar a su control, así que lo descartamos. Si hubiéramos vendido el producto, el dinero nos hubiera permitido continuar, desarrollando la empresa durante unos años cómodamente y podíamos haber dedicado otros recursos a realizar otros productos, pero no queríamos desprendernos de un programa que considerábamos como uno de los mejores del mercado y éramos demasiado ambiciosos, queríamos hacer mucho en muy poco tiempo.

A partir de aquí, para subsistir nos dedicamos a vender hardware, dar soporte y mantenimiento a empresas, formación, instalación de redes, etc., en fin todos aquellos servicios que dan las empresas de informática, pero en esto, no aportábamos ningún factor diferenciador importante.

Además de esto, nuestra inexperiencia hizo que en varias ocasiones, aceptásemos proyectos en los que posteriormente descubrimos que los clientes eran auténticos profesionales del engaño, aceptaban el presupuesto sin pestañear, pero a la hora de cobrar descubríamos que muchos nos engañaban, recuerdo que hubo un proyecto, en el que después de finalizarlo nos enteramos que el cliente estaba en la ruina y que debía dinero a mucha gente realizando prácticas similares, no creáis que fue solo un caso, sufrimos varios, alguno de ellos, de importantes sumas de dinero que nos complicaron mucho la vida. La importancia de realizar un estudio del cliente es fundamental, cobrar a la firma de un contrato un porcentaje del proyecto y asegurarnos de la solvencia del cliente son aspectos muy importantes que se deben realizar antes de aceptar cualquier proyecto, existen empresas como Crédito y Caución que aseguran el pago de un determinado porcentaje de la cantidad facturada a cambio de un porcentaje de la operación.

No logramos convencer a las empresas de que nuestros servicios ofrecían valor añadido, les ofrecíamos lo mismo que las demás, algo que los demás hacían igual que nosotros. Y, ¿Por qué una empresa va a confiar en alguien que no conoce y que además no ofrece nada nuevo ?…. Estaba claro, nuestro objetivo inicial había variado, ahora ya no desarrollábamos software, tan solo hacíamos lo que fuera para subsistir y nos olvidamos del verdadero objetivo de nuestra empresa.

No supimos analizar bien nuestros costes, cuando comenzamos la actividad nos dimos cuenta de todos los gastos que debíamos soportar, pago de autónomos, IAE, gastos de luz, agua, teléfono, nóminas, seguros sociales, mobiliario, acondicionamiento del local, declaración de IVA, seguro del local, asesoría contable, alarma, gastos por líneas de crédito y transacciones bancarias, recuerdo que pusimos un aparato para pagar con tarjeta, nos enteramos que VISA llega a cobrar un 4 % por cada transacción que realicen los clientes, recuerdo que algunos productos informáticos apenas tenían ese marguen comercial. Os aseguro que, por pequeño que sea el negocio, la lista de gastos es interminable, y claro, podéis esperar ‘sentados’ que los Ayuntamientos y otros Organismos Oficiales os ayuden, lo único que les interesa es ampliar sus ingresos. Así que debéis tener claro todos los gastos antes de comenzar vuestra actividad.

No contábamos con una estrategia comercial seria, no podíamos permitirnos un agente comercial especializado, vender software o servicios informáticos requiere profundos conocimientos técnicos y comerciales, encontrar un comercial en este sector es muy complicado, al carecer de medios, hizo que tuviésemos que dedicarnos a realizar esta labor, carecíamos de la suficiente experiencia, el desconocimiento del perfil de los empresarios de la zona, que no creían como yo, en el valor que podría aportarles el software a medida, hizo que la mayor parte de las empresas rehusasen a aceptar nuestros servicios y que posiblemente un comercial con experiencia podría haber triunfado donde yo fracase.

No contábamos con un sponsor que financiase nuestro proyecto y desde luego no teníamos medios económicos, con lo que solamente subsistir mes a mes ya era un logro para nosotros, pero siempre nos obligaba a estar en la cuerda floja, si un mes no realizábamos el objetivo de ventas, la empresa se tambaleaba y varias fueron las veces que estuvimos a punto de cerrar, dedicábamos todas nuestras energías a llegar a fin de mes.

No dedicábamos tiempo a innovar, a poner en la mesa ideas diferentes y realizar algo que nos distinguiese de nuestros competidores. Esto hizo que nos incorporásemos a un mercado en el que nuestros competidores tenían mucha ventaja, disponían de mayor experiencia y habitualmente contaban con una cartera de clientes. La mayoría no tenían que preocuparse por subsistir, con lo que podían contar con más recursos para competir en el mercado.

Debido al poco tiempo que teníamos, empezamos a dejar de formarnos, tan solo dedicábamos un poco de tiempo cuando podíamos, así que con el tiempo fuimos perdiendo valor en nuestro mercado, pero nuestro trabajo no daba para más, así que pasamos de ser desarrolladores a ‘empresarios de poca monta’.

Los problemas económicos, administrativos y comerciales fueron aumentando y hacían que dedicásemos prácticamente todos nuestros recursos a subsistir y apenas teníamos tiempo para pensar, no nos paramos a ver cómo mejorar, como hacer cosas que nos aportasen valor, nos movíamos por impulsos, a petición de la demanda de algunos clientes que tan solo nos permitían subsistir y con el único objetivo de llegar a fin de mes. Nos fue prácticamente contratar personal adicional, desde técnicos especializados hasta comerciales con conocimientos del entorno, esto hacia que tuviésemos que hacer de todo, desde barrer hasta encargarnos de realizar presupuestos de equipos informáticos, con lo que fuimos dejando en otro plano aquello que nos podría diferenciar de los demás.

No logramos convencer a otras empresas del sector de que la colaboración podía hacer que estableciendo ciertas reglas de compromiso, nuestros márgenes comerciales mejorasen y ofreciesen mayor valor añadido. La incapacidad para llegar a acuerdos con nuestros competidores hizo que tuviésemos que renunciar a la mayoría de la venta de software y esto elimino un mercado que podría habernos ayudado en nuestros objetivos.

La parte positiva, es que al final, este y otros fracasos, me ayudaron a lo largo de toda mi trayectoria profesional a entender mejor cómo se comportan los mercados, la importancia del cliente y la competencia, de la colaboración, del trabajo en equipo, de la innovación, que de otra forma, difícilmente hubiera podido aprender. He tenido el privilegio de poder “intentarlo”, algo que muchas personas ni siquiera se han atrevido o que su condición económica no se lo permitirá a lo largo de su vida, he aprendido mucho de las personas que nos rodean y que los errores, nos enseñan aspectos que de otra forma, serian muy difíciles de aprender, por eso pienso, que aquel que ha fracasado, tiene más valor que él no lo ha hecho nunca, los errores del pasado, nos enseñan cómo mejorar nuestro futuro y a no cometer los mismos errores, de ahí la importancia del conocimiento de la historia.

He aprendido que en la colaboración y en el valor de las personas está la clave de todo, en que pensar antes de hacer las cosas es mucho más importante que hacerlas y luego pensar…, aunque a veces haya que arriesgarse, que el trabajo en equipo, la formación continua, la innovación y por supuesto, ‘los fracasos’, son aspectos que conducen al éxito.

Este es un sector proclive al cambio y la innovación y tenemos un mercado inmenso esperando a ser explotado, así que animaros, no tengáis miedo al fracaso, pero cuidado, no os engañéis, nadie os va a regalar nada, el dinero es el primer objetivo de una empresa, que una empresa tenga éxito pasa solo por una cosa: ganar dinero. Si la empresa no gana dinero, no podrá alcanzar sus objetivos, para poder establecer una empresa debemos tener un plan establecido que asegure la viabilidad de esta, desde el principio, sobre todo al inicio, que es, cuando más falta nos va a hacer.

Mis fracasos me han enseñado mucho, si tuviera que poner en marcha una nueva empresa de desarrollo de software, desde luego haría cosas muy diferentes, algunas de ellas serian:

Buscar una idea y desarrollarla, intentar que esta sea innovadora o que aporte algo que marque la diferencia frente a vuestros competidores, establecer una línea de negocio clara realizando un plan estratégico con su análisis de costes y beneficios, estudiar las ventajas e inconvenientes del negocio, analizar cómo, después de un tiempo, podéis dotar a vuestra idea de mayor valor añadido, trazar un par de planes alternativos por si no funciona como teníais planeado, realizar un pequeño estudio de mercado estudiando a vuestros posibles clientes y el entorno en el que se encuentran, si es posible contar con alguno de ellos para comenzar, compartir los riesgos con un sponsor, estudiar a vuestra competencia antes de actuar y el mercado al que va destinado vuestro producto, compartir vuestra idea con alguna persona con experiencia en el sector para obtener otros puntos de vistas y evaluar los posibles riesgos que pueden aparecer y que de otro modo desconoceríais, hay que tener en cuenta que cuando alguien tiene ilusión por una idea solo ve la parte positiva, debemos contar con opiniones externas para contar con un punto de vista mas objetivo y me atrevería a decir ‘mas real’. Así mismo, es muy importante rodearse de un equipo adecuado, contar con personas preparadas que sean innovadoras, proclives al cambio y que compartan la visión de la empresa. Es también muy importante que los miembros del equipo mantengan una buena relación y tengan un nivel de educación aceptable, pues el acercamiento siempre da lugar a roces. En el área del desarrollo, el tiempo es un factor determinante, apostar por desarrollos de larga duración es un riesgo muy alto, es mucho mejor resolver las necesidades básicas y posteriormente ir incrementando la funcionalidad y optimizando el producto, esto permitirá retornar la inversión más rápido y disminuir vuestros riesgos.

En resumen, ‘pensar antes de actuar’, ‘vender antes de producir’, ‘innovar’, ‘apostar por el valor del equipo y la colaboración’, ‘reducir vuestros riesgos’, ‘tener en cuenta que el tiempo, es un factor determinante’.

Espero que mis experiencias os ayuden a no cometer los mismos errores, si lo logro, habré fracasado con éxito.

Cuestión de velocidad…

Velocimetro

Creo que todos los desarrolladores, alguna vez hemos estado obsesionados con la velocidad, la velocidad es un tema importante, incide en prácticamente todas las facetas de la computación, realizar un programa veloz normalmente marcará el éxito o el fracaso de un desarrollo, Google es un claro ejemplo de esto. Si lo comparamos con la velocidad de un coche, la verdad es que no tiene mucho que ver, prácticamente todos los coches pueden viajar a 100-120 km/hora, lo suficiente para realizar cualquier viaje, por grande que sea.

En el ámbito de las conexiones de red comenzamos con velocidades de 50 bps que utilizaban los antiguos teletipos, en cambio ahora la mayoría de los canales de comunicaciones, desde una simple Ethernet con velocidades de  1000 Mbps full dúplex, hasta las Wifi que con la nueva norma n podrán llegar a los 300 Mbps. El avance es espectacular hemos pasado de 300 bps al descargarnos algún archivo de las primeras BBS a disponer de ADSL con velocidades de hasta 20 Mbs.

Me pregunto que pasara cuando la velocidad de internet, llegue a ofrecernos una velocidad suficiente para poder ejecutar cualquier tipo de servicio con fluidez, y como sucede hoy en día con las redes de fibra en la que ni los discos duros más veloces sean capaces de procesar. Existe hoy en dia algunos lugares, como Japón, donde se pueden conseguir velocidades de hasta 100 Mbps, lo suficiente como para hacer casi cualquier cosa, es cierto que para ello todas las infraestructuras de internet tendrán que readaptarse, pero a la velocidad que esto se mueve apenas notaremos el cambio.

Pese a que el incremento de la velocidad ha sido paulatina, las necesidades han ido aumentando quizás hasta más que la propia velocidad, pasamos de descárganos algún pequeño fichero de 15 Kb desde las antiguas BBS a varios Gygabytes de alguna aplicación, el video bajo demanda, las redes P2P, voz Ip y otros servicios han ido surgiendo a medida que la velocidad a permitido su funcionamiento. Los avances de velocidad en los procesadores, la utilización de múltiples núcleos, la incorporación de grandes procesadores en las tarjetas de video han permitido que en poco tiempo hayamos pasado de programas simples a modernas y complejas aplicaciones que nos permiten trabajar con objetos 3D, video, etc.

Sin embargo, después de tantos avances, algunos programas parecen cada vez más lentos, creo que todavía hoy en día el área del desarrollo en general no ha sido capaz de asumir la velocidad del hardware, el ejemplo más claro es que las aplicaciones de 64 bits todavía no han despegado. Actualmente se acaba de presentar la programación paralela destinada a aprovechar todos los núcleos de los procesadores que nos permitirá conseguir mejores ratios de rendimiento y aprovechar todas las ventajas de nuestro hardware, veremos cómo evoluciona y si le sacaremos el partido que merece.

Me pregunto, cuándo internet permita conseguir velocidades de 100 Mbps o más como en Japón, si la velocidad dejara de tener tanta relevancia como hoy en día, la mayoría de los programas en Internet, incluso ayudados de nuevas tecnologías como Ajax, Silverlight, Flex y otras, todavía no permiten una interacción muy fluida con los usuarios, si bien han mejorando mucho, pero en poco tiempo, creo que tal y como sucede con los coches esto dejara de tener tanta relevancia. Pienso que estará al alcance de todos obtener la mayoría de servicios de una forma fluida, desde tv bajo demanda con alta calidad, algo que hoy en día ya es una realidad con la mayoría de proveedores de Internet que ofrecen servicios de TV, manejar objetos 3D, acceder a recursos compartidos como si de una red Ethernet se tratase, utilizar servicios de voz IP sin interferencias y todo el conjunto de servicios que hoy en día utilizamos mejorados por las capacidades de la red.

En este supuesto, para el que creo, no queda mucho tiempo, pienso que las arquitecturas volverán de nuevo a reinventarse ya que la capacidad de comunicación, permitirá que cualquier programa tanto Web como de escritorio tenga una capacidad de comunicación prácticamente ilimitada similar a nuestras redes de trabajo locales.

Estoy convencido de que el Software as Services (SAAS) es el futuro, y la mayor parte de los programas que existen, pasaran tarde o temprano a alojarse en la red, este paso masivo de aplicaciones marcara un antes y un después en nuestra vida, ya que la mayoría de los servicios pasaran a administrarse por especialistas y el coste de su mantenimiento bajara progresivamente, esto permitirá que de algún modo nos podamos abstraer de las necesidades de hardware y software necesario (actualizaciones, copias de seguridad, gestión de errores e incidencias, mantenimiento, etc). Creo que estos servicios serán mucho más baratos que contar con una infraestructura propia y por ello serán utilizados de forma masiva.

Uno de mis sueños y creo que el de mucha gente es la de desarrollar un programa sin demasiado esfuerzo que sea multiplataforma y que funcione por cualquier canal de comunicación establecido. Espero que con el aumento de la velocidad y de la progresión del SAAS esto se convierta en una realidad muy pronto.

En España, como no podría ser de otra forma, seguimos por debajo de la media de los países Europeos en velocidad y precio del ADSL, increíble, nos gana hasta Portugal, espero que poco a poco nos vayamos poniendo al día, ya que la importancia de la velocidad en Internet va a ser un punto clave para que podamos evolucionar con todas estas tecnologías. Os dejo la tabla comparativa del 2008.

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Pienso que el Grid Computing se vera tambien beneficiado por el aumento de velocidad, como sabeis el Grid Computing es una tecnología que permite acceder a una gran capacidad de proceso y otros recursos utilizando equipos distribuidos, tal y como realiza Google con sus búsquedas. Uno de los ejemplos más antiguos es el proyecto SETI para la búsqueda de vida extraterrestre que utiliza ordenadores personales de la gente que quiera participar en el proyecto, para procesar datos, creo que el aumento de velocidad hará que esta tecnología vaya asentándose cada vez más.

Parece que está de moda hablar de la Nube, y a mi juicio todo indica que Azure será el primer paso para asentar todas estas ideas que comenzaron hace algunos años cuando los Web Services empezaron a tomar mayor relevancia y que ahora debido sobre todo al aumento de la velocidad se pueden hacer realidad.

Todo indica que Internet continuara progresando de forma exponencial en los próximos años y su importancia será cada vez mayor, en pocos años, quizás, hasta cobre vida propia…, ya hay televisiones que permiten conectarse a internet, pienso que dentro de poco se conectaran desde los coches hasta las cafeteras y lavadoras, veremos lo que nos depara el futuro.

Aún con esto, sigo teniendo mis dudas:

¿Dejara de tener importancia la velocidad tal y como ha pasado con los coches o el aumento de los requisitos seguirá aumentando conjuntamente con la mejora de la velocidad como ha sucedido hasta ahora?

¿Se asentara definitivamente el Grid Computing y dejaran los grandes servidores de tener tanta importancia?

¿Dejaran de utilizarse masivamente los protocolos de comunicación soap y tecnologías como http y xml, para dejar paso a protocolos más avanzados en forma binaria?

¿Lograra el SASS comerle el terreno a las aplicaciones locales y se asentara definitivamente para convertirse en la plataforma más utilizada?

Espero vuestras opiniones…

Un saludo.

Innovar sí, pero como…

A raíz del post de Rodrigo hablando sobre innovación, me he animado a escribir este artículo, la verdad es que el tema me apasiona, recuerdo una conferencia sobre trabajo e innovación hace un par de años, en el que el ponente , un Consejero de Telefónica y varias empresas importantes de España, hablaba sobre la necesidad de innovar, en concreto comento un caso de una Empresa Catalana galardonada con un premio Europeo a la entidad más innovadora, comentaba que la empresa disponía de un equipo de personas que se pasaban el día estudiando la viabilidad de nuevos productos, los desarrollaba y empezaba a comercializarlos, y cuando veían que el producto llegaba al máximo de ventas, es decir su curva de ventas comenzaba a descender automáticamente lo retiraba del mercado, recuerdo que a mí y creo que a muchos otros, se nos quedo cara de tontos, pensando cómo, cuando un producto alcanza su máximo de ventas lo abandonaban, la idea subyacente es sencilla, era en este momento cuando la competencia y otros factores externos empezaban a comerles terreno, y porque luchar contra algo imparable, siempre habría alguien que lograría realizar el producto más barato e incluso mejor, simplemente lo retiraban y pasaban a dedicar todos sus esfuerzos a desarrollar nuevos productos.

Recuerdo una reunión en una empresa, donde se habría un debate para ver cómo entre todos los componentes, la mayor parte responsables de cada uno de los Departamentos podían aportar ideas para intentar mejorar una situación delicada, la mayor parte de los componentes no decían nada, en cambio, algunos empezaron a lanzar ideas, mejorar el departamento comercial, intentar fabricar otros productos con los medios productivos que tenían, abrir nuevos mercados, eliminar los canales de distribución para llegar al cliente final y obtener mayores beneficios, realizar acuerdos con competidores o con empresas relacionadas con el sector, mejorar la calidad para poder acceder a mercados más exigentes, adquirir alguna empresa de la competencia, etc. La mayor parte de estas ideas eran rebatidas rápidamente por algunos miembros descartándolas rápidamente aduciendo que algunas se habían puesto en marcha y habían fracasado años atrás, que no veían su rentabilidad inmediata y que otras simplemente eran totalmente erróneas por el desconocimiento de las personas que las planteaban y que desconocían el mercado. Al final todas y cada una de las ideas se fueron descartando y se llego a la conclusión de que lo mejor sería ‘ahorrar costes’, si ahorran costes podrían continuar manteniendo un nivel de beneficios aceptable y aguantar el tirón en espera de tiempos mejores. Para ello deberían optimizar algunos procesos con los que trabajaban, reducir los gastos de algunos departamentos, paralizar ciertas inversiones, seguramente reducir parte de la plantilla, etc.

No digo que en la reunión no se llegaron a conclusiones que pudieran aportar mejoras a la empresa, pero lo cierto es que la palabra innovación se esfumo… y ¿por qué?, por el miedo a nuevas inversiones de dudosa rentabilidad, a apostar por algo sin la suficiente seguridad, en resumen por el miedo al fracaso.

Creo que este es un claro ejemplo de lo que ocurre con muchas empresas actualmente, se agarran a un clavo ardiendo con tal de no cambiar su negocio, la resistencia al cambio es el mayor enemigo de la innovación, aceptar que un negocio que ha funcionado durante muchos años, ya no es rentable y que hay que hacer cosas diferentes es algo muy difícil de asumir. Incurrir en proyectos que pueden fracasar de dudosa rentabilidad es algo que la mayoría suele reusar. Según mi opinión, creo que la mayor parte de las ideas que se presentaron seguramente podrían haber fracasado, pero estoy seguro de que si entre todas, solo una llegase a buen fin, seguramente la situación de la empresa hubiera cambiado considerablemente.

Para Innovar debemos arriesgarnos, debemos escuchar las ideas de los demás por absurdas que estás nos parezcan, debemos eliminar aquellas reglas que dicen, porque hacerlo de otra forma si de esta siempre nos ha funcionado bien o planteamientos como, ‘bueno, nosotros no vamos muy bien pero fíjate en los demás…’.

Para Innovar debemos dedicar parte de nuestro tiempo productivo a pensar cómo hacerlo mejor, como sacar valor añadido, como mejorar nuestro trabajo, si no nos paramos a pensar cómo mejorar, jamás lo haremos.

Desgraciadamente las empresas suelen tener un objetivo que les impide ver más allá, ‘la rentabilidad de los proyectos’, si de antemano no presentamos un proyecto rentable será muy difícil apostar por él, convencer de esto a los directivos de las empresas es algo muy difícil de conseguir. Lo primero que hacen es preguntarse: ya, pero y ¿si no sale bien?… ¿cuánto dinero nos va a costar?, estoy desacuerdo en que la rentabilidad es un factor muy importante, pero para innovar tampoco es necesario realizar grandes inversiones, hay muchas formas de minimizarlas realizando proyectos pilotos, maquetas, simulaciones, estudios de mercado, o mejor vender la idea, convencer a un sponsor y llévala a cabo, si, se que suena como un sueño de hadas pero muchos proyectos han conseguido ver la luz siguiendo este método, comparte el beneficio y disminuye tus riesgos, pero si todo esto no es posible, siempre llegara un punto en que habrá que arriesgarse. Si aún así, no somos capaces de llevar a cabo el proyecto solo nos quedara una cosa por hacer,”nada”, esta es la opción más utilizada, y como es gratis y no cuesta ningún esfuerzo, a esperar como el avestruz que entierra su cabeza en la tierra cuando viene un león…

Todo esto, me hace preguntarme una cosa. ¿Somos los desarrolladores innovadores?, en mi opinión y después de más de 20 años de profesión puedo afirmar que no. Creo que la mayoría de nosotros destinamos la mayor parte de nuestro tiempo a aprender a utilizar nuevas tecnologías para no perder el tren, el constante bombardeo de las grandes empresas de Software como Microsoft, Google, Adobe y algunas otras, hace que estemos constantemente estudiando lo que ellos nos proponen, en mis 20 años, tan solo he realizado 3 o 4 proyectos que pudiesen definirse como innovadores y solo por la aplicación temprana de nuevas tecnologías de reciente aparición, en contraposición somos muy abiertos al cambio, estamos siempre en predisposición de adoptar nuevas tecnologías y cambios, pues nuestra profesión así lo requiere, pero realmente apenas innovamos nada, no hacemos nada diferente, tan solo copiamos aquello que nos proponen las grandes empresas de software, y en el mejor de los casos a veces lo mejoramos un poquito. En mi opinión para innovar deberíamos renunciar a estar siempre a la última y destinar parte de nuestro tiempo a proponer ideas, escoger alguna interesante y llevarla a cabo, en lugar de dedicar todo nuestro tiempo a aprender lo que nos proponen los demás, si bien es necesario estar al día, para no cometer el error hacer algo que los demás ya han construido, un error muy frecuente en nuestra profesión.

Deberíamos también dejar a un lado muchas de las reglas que aplicamos, cuando desarrollo, sobre todo en estos últimos años, tengo un pensamiento que constantemente me dice “demasiadas reglas”, el desarrollo es cada vez menos fluido, menos intuitivo, esto, me hace preguntarme si estaré haciendo las cosas bien, en mi opinión demasiadas reglas limitan la innovación ya que en muchos casos la rigidez de algunas de ellas y el tiempo que destinamos a aplicarlas, evitan que destinemos nuestros recursos a innovar o ser mas creativos.

Debemos hacernos estas preguntas de forma habitual, ¿Cómo puedo mejorar?,¿Cómo puedo hacerlo más rápido?, ¿Cómo puedo sacar mayor valor añadido?, y dedicar parte de nuestro recursos a responder a estas preguntas.

En general, el desarrollo de software de las grandes empresas de desarrollo es un área muy innovadora, ellos han entendido mejor que nadie la necesidad de innovar constantemente y por ello son ellos y no nosotros los que logran el éxito, y no me refiero solamente a obtener un buen salario…

El área del desarrollo de software es un mercado sumamente competitivo, pero con gran potencial, no hay más que fijarse en empresas que en pocos años pasan de no ser nada a cotizar en bolsa, en ver cuántos productos nuevos aparecen y otros que en poco tiempo desaparecen, como cambiamos de un año para otro nuestra forma de trabajar, como tenemos que obligatoriamente apostar por una formación continua para poder mantenernos en este mercado, pero no lo hacemos porque somos innovadores, lo hacemos porque es un requerimiento de mercado, me pregunto cuántos desarrolladores de los que escribimos aquí o de los que nos leen, realizan proyectos innovadores si no es por petición de un cliente, creo que muy pocos son los que llegan a alcanzar este status, que envidia tengo de Miguel Llopis que trabaja en el desarrollo de nuevas tecnologías y puede destinar gran parte de su tiempo a ser innovador.

Para innovar debemos trabajar en equipo, las relaciones personales son fundamentales para poner una idea en funcionamiento, saber convencer, incentivar y hacer participes a la gente de un equipo con una idea es algo fundamental, y estoy desacuerdo que la mayor parte de las veces hace falta la figura de un Líder que incentive y mantenga unido al equipo para llegar a obtener mejores resultados, si bien tener un objetivo común en el que todos los componentes creen puede hacer que esta figura se reparta entre todos los miembros del equipo, en un equipo innovador todos deben escuchar y debatir las ideas de los demás, la política de la empresa debe otorgar libertad en la toma de decisiones, conozco muchas personas a los que se les limita la capacidad de innovación en pro de la rentabilidad, así pues es necesario que todos desde el primero al último apueste por la innovación.

La necesidad es también un factor que nos llama a innovar, solo cambiamos cuando tenemos la obligación de mejorar, ponemos en marcha nuevas ideas cuando las que tenemos no sirven o no nos aportan lo suficiente, desgraciadamente en la mayoría de los casos, es, en estos momentos cuando es demasiado tarde.

Es curioso ver los gráficos de las patentes en España, está generalmente admitido que el número de solicitudes de patentes originadas en un país constituye un indicador bastante significativo de la situación de su sistema de I+D+I,

Fuente: http://www.oepm.es/cs/Satellite?c=Page&cid=1213455385201&classIdioma=_es_es&idPage=1213455385201&pagename=OEPMSite%2FPage%2FtplListaDocumentos&numPagActual=1

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BSH Electrodomésticos España es la primera empresa industrial en solicitar patentes, con un total de 65 en 2008.

Solo la Empresa IBM, la que más patentes realizo en 2008 tiene 4000, observando estos gráficos no me estraña que nos encontremos en la situación actual, lo extraño es que no hayamos llegado antes.

Una cosa esta clara, España tiene mucho camino que recorrer y actualmente estamos a la cola de la mayor parte de países desarrollados, debido a que las políticas de formación y de I+D+I desde el gobierno y las empresas han sido desastrosas.

En estos tiempos que corren y creo que en un futuro cercano si no somos capaces de innovar, nunca llegaremos a tener éxito y tarde o temprano fracasaremos, el miedo al cambio, el riesgo de invertir en nuevas ideas nos impiden innovar, hay que enfrentarse a estos miedos para poder llevar a cabo nuevas ideas, la mayor parte seguro que fracasaran, pero con que tan solo una llegue a buen término merecerá la pena.

Creo que el fracaso conduce al éxito, hace muchos años que leía un artículo del Newsweek que decía que los empresarios de EEUU preferían contratar a alguien que hubiera establecido tres empresas y hubiera fracasado que a un candidato que tuviese un Curriculum excelente.

Innovar es hacer cosas diferentes, arriesgarse, no temer a fracasar, cuestionarse que aquello que funciona hoy, no lo hará mañana o que siempre se puede mejorar, y como decía Albert Einstein, si quieres cambiar algo no hagas siempre lo mismo…

¿Qué opináis?