Controlar el rendimiento del servidor

El control del rendimiento es una parte importante de la administración y mantenimiento del sistema operativo. Controlar rutinariamente el rendimiento nos aporta tener al día la información del funcionamiento del equipo. También nos proporciona datos que podremos utilizar para predecir un futuro crecimiento y planificar los cambios necesarios en las configuraciones del sistema que puedan afectar a operaciones futuras.


¿Por qué controlar el rendimiento?


El control del rendimiento es una parte necesaria de un mantenimiento preventivo de un servidor.


Porque controlándolo obtenemos datos que podemos usar:



  • para entender las cargas de trabajo y los correspondientes efectos en los recursos de nuestro sistema.

  • para observar los cambios y tendencias en las cargas de trabajo y el uso de recursos y así planificar futuras actualizaciones.

  • para comprobar los cambios u otros mediante el control de resultados.

  • para diagnosticar problemas del sistema e identificar componentes o procesos para optimizar.

Porque analizándolo podemos descubrir cuellos de botella.


Un analisis de los datos de rendimiento pueden revelarnos problemas, como excesivas demandas de ciertos recursos que se convierten en cuellos de botella. Un cuello de botella existe cuando un recurso afecta negativamente al rendimiento total del sistema. Esa demanda sobre un único recurso puede llegar a ser lo bastante excesivo para crear ese cuello de botella en los cuatro subsistemas: memoria, procesador, disco y red.


Algunas de las razones de que ocurran los cuellos de botella son:



  • Los subsistemas son insuficientes, por lo que hay que pensar en actualizar los componentes necesarios. Aumentar la memoria por ejemplo.

  • Los subsistemas no comparten la carga de trabajo equitativamente y necesita ser balanceada. Por ejemplo una tarjeta de red defectuosa o anticuada.

  • Uno de los subsistemas funciona incorrectamente y necesita ser reemplazado. Por ejemplo un disco duro que ha tenido varios problemas menores frecuentemente, es indicador de pronto fallo.

  • Una aplicación está monopolizando un recurso en especial. Por ejemplo un programa mal desarrollado que no comparte correctamente la memoria. En estos casos hay que acudir al soporte de la aplicación y comprobar sus faq o incluso ponerse en contacto con sus desarrolladores si es una aplicación necesaria.

  • Alguno de los subsistemas están mal configurados, debe cambiarse su configuración. Por ejemplo una tarjeta de red configurada a 10Mb/s cuando debería ser 100Mb/s.

 

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