El origen del botón OK en los cuadros de diálogo
Retrocedamos los relojes a Julio del año 1980.
Situémonos en Estados Unidos, y de forma aún más precisa en las oficinas de Apple.
Apple contrata a un tal Larry Tesler que entró a formar parte de Apple en Julio del año 1980.
Larry trabajaba en ese momento para Xerox. De hecho, Tesler durante su carrera y trayectoria profesional ha trabajado (entre otras) en Xerox PARC, Apple, Amazon y Yahoo!.
Larry trabajó dentro de Apple en diferentes puestos, casi todos de alta responsabilidad.
En sus comienzos en Apple trabajó en el equipo del Lisa.
Pero era un convencido del éxito del Macintosh como sucesor del Lisa y trabajó también con este equipo implicándose en la interfaz de usuario del Macinthosh.
En verano del año 1981, Larry organizó una serie de pruebas para el Lisa.
Reunió para ello a amigos, familiares y gente conocida para que interactuaran con el software por primera vez.
El objetivo era estudiar el comportamiento de estos usuarios.
Son los conocidos como Tests de Usuarios o User Tests (nada que ver con las pruebas unitarias de programación, que son otra cosa diferente).
Los usuarios eran trasladados a una sala e interactuaban con el sistema.
Esa sala tenía un cristal a través del cual Larry podía ver perfectamente lo que los usuarios hacían sin que su presencia física entorpeciera las acciones del usuario.
En todo momento, el usuario podía preguntar algo.
Lo importante del experimento es que Larry anotara las acciones, comportamientos, reacciones, etc del usuario frente al sistema.
El caso es que cuando el usuario interactuaba con la interfaz, y ésta requería una confirmación por parte del usuario, aparecía una caja o cuadro de diálogo.
El cuadro de diálogo tenía habitualmente una pregunta, y el usuario debía responder qué quería hacer.
Las respuestas generalmente eran dos, una afirmativa a la pregunta, y otra negativa.
Do It y Cancel.
Lo que observaron es que los usuarios se quedaban contrariados cuando aparecía el cuadro de diálogo.
Muchos de ellos dubitativos.
Y al final algunos tardaban por hacer clic en alguna de las opciones, pero por lo general, lo hacían como molestos por algo.
Otro detalle que llamó la atención a Larry es que cuando lo lógico era responder afirmativamente a la pregunta, casi siempre los usuarios terminaban pulsando el botón Cancel.
En una de esas pruebas en las que un usuario se mostró especialmente molesto, detuvieron la prueba.
El moderador de la prueba preguntó al usuario porqué se sentía tan molesto.
El usuario respondió: «Yo no soy un idiota. ¿Porqué este software está llamándome idiota?».
Cuando el equipo encargado de analizar el comportamiento de los usuarios frente a la interfaz de usuario y estudiaron este caso concreto, cayeron en la cuenta de que el espacio que había entre la o y la i (mayúscula) era mínimo.
Además, la i (mayúscula) se escribía como una l (ele).
Por lo que el texto Do It (hazlo) parecía que decía Dolt (imbécil).
Tras un debate interno, el equipo decidió que en lugar de Do It, para respuestas afirmativas se usaría la palabra OK que evitaba la confusión y era además una palabra muy coloquial.
Happy Coding!